La Refinería de Cartagena, con seguridad la obra petrolera más polémica de Colombia, es una de las más grandes y modernas de latinoamérica gracias a su capacidad de procesar 165 mil barriles de petróleo al día para convertirlos en gasolina.
El proyecto de ampliación, que tuvo un costo cercano a los 7 mil millones de dólares, consta de 12 nuevas unidades entre las que se resaltan las de destilación de crudos, destilación al vacío, coquización, hydrocraker, alkilación, hidrotratadora, gas saturado, tratamiento de agua, generación de energía y UDC.
Para que se haga una idea del costo que tuvo el proyecto de ampliación de Reficar, la inversión equivale a cuatro veces la venta Isagén o el costo de la ampliación del canal de Panamá. El escándalo se desató en enero cuando la Contraloría denunció sobrecostos por más de 4 mil millones de dólares.
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