El Museo del Fútbol, una atracción mundial

Filiberto Rojas Ferro
SAO PAULO, BRASIL
11 de Julio de 2014 11:34 am
  • Museo del Fútbol en Sao Paulo. // COLPRENSA

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En el estadio Pacaembú, en Sao Paulo, están las instalaciones del Museo del Fútbol de Brasil, un recorrido por la historia de los pentacampeones del mundo, con la réplica de la Jules Rimet y muchos recuerdos de los dueños del ‘jogo bonito’.

Por un valor de seis reales, unos cinco mil pesos colombianos, el ingreso al Museo marca un recorrido por la historia brasileña en los Mundiales, como la única Selección que nunca se ha perdido una cita orbital y, en cada arco con el año de cada Mundial está la pregunta ¿Por qué Brasil no fue campeón? Y en cinco está la de ¿Por qué Brasil fue campeón?

En el primer salón, no puede haber otro recuerdo que la réplica de la Jules Rimet, el trofeo que los brasileños recibieron de la Fifa porque lo ganaron en tres oportunidades y, aunque el original fue robado, una copia está en el Museo como recuerdo a los triunfos cariocas.

Luego, la oscuridad toma protagonismo y en cuadros luminosos van apareciendo las imágenes de los astros brasileños: Pelé, Ronaldo, Roberto Carlos, Tostao, Garrincha, Cafú y Falcao, entre otros, como homenaje a sus hazañas en las Copas del Mundo.

Allí, también hay unas cabinas con grabaciones de audio y video de los momentos que marcaron la historia del fútbol brasileño, como cada título, cada gol, cada regate, pero también cada derrota y el recordado ‘Maracanazo’ uruguayo de 1950.

Un salón con miles de cuadros históricos del nacimiento del fútbol en Brasil, le da la antesala al que es el momento cumbre del Museo, la reedición del ‘Maracanazo’, para que los visitantes revivan en primera persona ese suceso que marcó época.

El cronómetro en la puerta marca el momento en que se puede entrar, cuando está en cero se ingresa a un salón oscuro, que poco a poco se va iluminando con una pantalla que ubica al visitante en el Maracaná, el 16 de julio de 1950, y con un relato original, acompañado de las imágenes, se siente un poco esa tristeza de los 173 mil asistentes al partido, que vieron como Uruguay se llevaba la Copa.

Posteriormente llega el registro fotográfico de los momentos más importantes de cada Mundial, para Brasil y su respectivo campeón, en unos paneles formados por pantallas planas que van mostrando la historia de cada Copa del Mundo.

Finalmente, la parte didáctica contiene dos juegos, uno virtual de control de balón y otro exclusivo para patear penales, con medición de potencia y ubicación, así como una tienda para los recuerdos, que hacen del estadio Pacaembú un lugar obligado en el recorrido de los turistas por Sao Paulo.