En el estadio Kazán Arena, los iraníes fueron los que prendieron la fiesta en las tribunas, en el que mostraron un respaldo irrestricto a los jugadores en procura que lograran la gran hazaña: vencer a España, un campeón del mundo.

Irán quería también hacer parte de la legión de selecciones que han sido denominadas “La Rebelión de los Chicos”, que se han alzado ante los grandes, logrando arrebatarles puntos en las primeras fechas del Mundial de Rusia.

La bulla en las tribunas de verdad era impresionante, sus seguidores nunca dejaron de apoyar a sus jugadores, quienes se llenaron de valor para intentar jugarle de igual a igual luego de haber vencido a Marruecos 1-0 en la primera fecha.

Y en los primeros 45 minutos todo salió como lo tenían planeado. Irán se paró bien en la cancha, fue un equipo corto para defender, que no daba espacios y le complicaba las cosas a la banda de Iniesta, Isco, Lucas Vásquez , Diego Costa y David Silva.

España tuvo el balón, lo rotó de un lado al otro, pero no pudo ser profundo en su juego ante una Irán que se animó en un par de ocasiones y visitó el pórtico de David De Gea.

Obligados a ganar, así estaba España tras el empate 3-3 ante Portugal en la primera fecha. Y entonces aceleró, pisó el acelerador, salió con todo en el complemento y a los 53 minutos, tras jugada sensacional de Andrés Iniesta se fue arriba en el marcador con tanto de Diego Costa.

Mostró orgullo Irán, que se fue a buscar el empate, con orden, entrega, buen fútbol, pero España controló bien y también se propuso ampliar la ventaja. Al final, con el 1-0 fue suficiente para que La Roja sacara su primer triunfo.

España llegó a 4 puntos, mientras que Irán se quedó con tres en el Grupo B. La hinchada iraní se quedó con las ganas de festejar, pero se fue con la satisfacción de ver a su equipo plantarle cara a una de las mejores selecciones del mundo.