Argentina, humillada

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OHANNESBURGO, AFP

Esta Argentina, eliminada en este Mundial de fútbol de Sudáfrica-2010 en cuartos de final, al igual que en 2006, tropezó otra vez con una gran muralla alemana que le endosó un inesperado 4-0 en un duelo en el que Diego Maradona y Lionel Messi se hundieron en el desconsuelo.

Alemania aplasta y humilla a Argentina para saltar a semifinales.
Lo alemanes entraron como una aplanadora en semifinales, con autoridad y contundencia ofensiva, al hundir a la entonces favorita Argentina y mandarla a casa, tras poner al desnudo sus carencias.
Los alemanes, una fiesta de goles, en la que Miroslav Klose marcó dos, hizo añicos a la Argentina de Diego Maradona y Leo Messi, y se medirá en semifinales con España, que derrotó 1-0 a Paraguay.
Para Klose, el festín de Ciudad del Cabo permitió sumar dos nuevas dianas a su cuenta mundialista, igualado a 14 con Gerd Müller y quedando a sólo una del récord del brasileño Ronaldo.
La historia del Mundial de Alemania-2006 volvió a escribirse en tierra africana, al ser eliminada Argentina por la “Mannschaft”, una máquina aceitada que retrocede en bloque para recuperar el balón y ataca como un tanque.
El primer gol fue de Thomas Müller, en frío, a los 3 minutos, fruto de una típica jugada preparada con pelota detenida en un tiro libre en diagonal al arco de Bastian Schweinsteiger. El balón se cerró sobre el primer poste para localizar la cabeza de Müller, ante una defensa adormecida.
El segundo tanto cayó de maduro cuando Argentina cesó sus ráfagas de jugadas individuales, a puro coraje y entereza espiritual, y Lucas Podolski le sirvió un centro a Miroslav Klose, en la boca del arco, a los 68.
El tercero, cuando los sudamericanos bajaban los brazos fue obra de otro desborde por los flancos, de Schweinsteiger quien cedió el balón en bandeja de plata al zaguero Arne Friedrich, a los 74 minutos.
Otra vez solo frente al arco marcó Klose, a los 89, mientras la “Albiceleste” jugó largos pasajes a ritmo de tango, salvo cuando el balón caía en los pies de Leo Messi que le imprimía vértigo a los avances, pero sin hallar una compañía con quien orquestar una maniobra asociada.
Le costó a los argentinos unos 20 minutos meterse en un partido cuya hegemonía la ejercía Philipp Lahm, con la capacidad de un pulpo para atrapar balones y lanzarse al ataque como un aplanadora que no dejaba títere con cabeza por el flanco derecho.
Carlos Tévez se podría salvar de esta debacle, quien luchó y luchó, pero no pudo.
La clave del triunfo de los europeos fue la presión sobre la zona de salida y gestación, donde ganaban todos los mano a mano.
Ni la entrada de Javier Pastore con su habilidad pudo remediar este derrumbe estrepitoso.
Se fue Brasil, se fue Argentina y por último Paraguay. Sudamérica quedó con un represente en semifinal, Uruguay, que no estaba en la baraja.

LO QUE DIJERON
Joachim Low, técnico de Alemania:
“Este equipo mostró una voluntad de campeón. Un resultado así, era inimaginable antes del partido. Lo amordazamos perfectamente y no cometimos apenas ni una falta sobre Messi”.

Carlos Tévez
“Es un dolor grande. Sabíamos que sería complicado, que no nos dejarían atacar. No marcamos un gol, no hay nada que decir sobre su victoria. Tuvimos un partido malo y no se puede decir nada”.

Diego Maradona, técnico de Argentina
“No se cumplió el sueño, se cortó el camino, pero hay que respetar al fútbol argentino, de tomar la pelota, de ir al frente, de volver a las raíces. Esto es lo más duro que ha tocado vivir. Es como una trompada de Muhamad Alí”.

MESSI, REY PERO NO LEYENDA
Lionel Messi podrá ser el rey del fútbol por muchos años más. Pero para ser leyenda tiene que ganar un Mundial.
Y Messi deberá esperar hasta Brasil 2014 para al menos empezar a emular a quienes sí son leyenda como Pelé y Diego Maradona, su técnico en Argentina.
Sudáfrica era la oportunidad dorada para finalmente brillar con la selección argentina como lo hace con el Barcelona.
En cambio, terminó en otra decepción mayúscula. Messi se despidió de Sudáfrica sin anotar ningún gol y con la cara pintada de frustración al sucumbir el sábado 4-0 ante Alemania en los cuartos de final del torneo.
La “Pulga” llegó a Sudáfrica consagrado como el mejor jugador del planeta, una fuerza imparable en su club español y llamado a ser la gran figura del torneo.
Aunque tuvo sus momentos brillantes, especialmente en la primera ronda, los goles nunca llegaron.
No se preocupen, el gol llegará, repetían desde la “Albiceleste”. El festejo tampoco llegó para él. No estará en la historia de Sudáfrica.