Decenas de soldados somalíes murieron hoy en una ofensiva de la milicia islamista Al Shabab, contra una base del Ejército en la región semiautónoma de Puntland, en el noreste de Somalia.
Un total de 61 militares perdieron la vida en el ataque, así lo indicó el órgano de prensa de los yihadistas, Andalus, a través de su portavoz Shieh Abul Asis Abuu Muscab, mientras que el comandante de seguridad de la región, Dahir Guhad, rebajó la cifra de soldados muertos a 30 en declaraciones a Efe.
Como resultado de los enfrentamientos, los yihadistas aseguran haber arrebatado a las fuerzas gubernamentales el control del municipio de Af-Urur, situado cerca de la ciudad de Bosaso y en las inmediaciones de las montañas Galgala, donde la milicia tiene establecida una base.
Sin embargo, el comandante de seguridad de Puntland declaró que los combates entre los milicianos fundamentalistas y efectivos del Ejército somalí aún no han finalizado.
La presencia de grupos terroristas en Puntland se ha incrementado en los últimos dos años, después de que Al Shabab creara un campo militar en las montañas Galgala y otro grupo yihadista, afiliado a la red internacional de Estado Islámico (EI), levantara su propia base cerca de la localidad costera de Qandala.
Al Shabab -que en 2012 se adhirió formalmente a Al Qaeda- y otras milicias armadas luchan contra las tropas del Ejército somalí por el control del territorio del país del Cuerno de África, que vive en un estado de guerra y caos desde la caída en 1991 del dictador Mohamed Siad Barré.
El ataque de hoy de Al Shabab contra el Ejército es el segundo perpetrado en las últimas semanas por yihadistas en la zona de Bossasso, la ciudad más poblada de Puntland y su principal foco de actividad comercial.
El pasado 24 de mayo, milicianos pertenecientes afiliados a EI reivindicaron un atentado suicida que mató a 5 personas en esta ciudad.
Incidentes como estos demuestran que la actividad de los grupos terroristas -concentrada hasta ahora sobre todo en el sur- se ha extendido a otras zonas de Somalia.
Al Shabab controla parte del territorio nacional y aspira a instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia.
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