El atacante de Orlando, de origen afgano pero nacido en Nueva York, explicó a las personas que mantuvo como rehenes en el baño del club Pulse que quería que "Estados Unidos dejara de bombardear a su país", dijo el martes uno de los sobrevivientes.
"Todo el mundo podía escucharlo hablar al 911 (emergencia policial) y decir que la razón por la que perpetró el ataque era porque quería que Estados Unidos dejara de bombardear a su país", explicó Patience Carter en una conferencia de prensa en el hospital de Orlando.
"En la conversación, expresó lealtad al EI", el grupo yihadista Estado Islámico, añadió la joven, herida en la pierna durante el tiroteo que dejó 50 muertos y 53 heridos.
"Y luego nos habló directamente en los baños, y preguntó '¿hay negros aquí?'", contó Carter, que es negra. "Tenía mucho miedo de responder, pero un hombre negro en uno de los baños le respondió y dijo, 'sí, somos seis o siete'. El hombre armado respondió entonces que 'ustedes saben, no tengo problemas con los negros, el problema es con mi país".
Desde ese momento "supimos que no pararía de disparar hasta que lo mataran a él y su mensaje saliera de ahí", afirmó Carter.
Antes de la entrada de las fuerzas especiales (SWAT) al club, el atacante "afirmó que 'la policía va a venir a atacarnos pero todo está bien, tenemos francotiradores afuera'", añadió la mujer.
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