La epidemia de zika ligada a un escalofriante alza de nacimientos de bebés microcéfalos puede golpear este año grandes ciudades como Rio de Janeiro o Sao Paulo, donde aún no ha circulado con intensidad, alertó Claudio Maierovitch, jefe del área de enfermedades transmisibles de Brasil.
Con 462 casos de microcefalia confirmados desde octubre y más de 3.800 en estudio, el especialista del ministerio de Salud brasileño trazó un panorama preocupante mientras la ciencia estudia a contrarreloj los lazos entre el zika y esta malformación congénita que se propaga en un país de tamaño continental y 204 millones de habitantes.
A por lo menos tres años del desarrollo de una vacuna y a menos de seis meses de la apertura de los Juegos Olímpicos de Rio-2016, la lucha contra la microcefalia y el zika que llevó a la OMS a declarar la emergencia mundial tiene una única estrategia: atacar al mosquito Aedes aegypti que lo transmite.
A continuación, un resumen de la entrevista de Maierovitch con la AFP.
Pregunta: ¿Cuál es el escenario más inquietante en la actualidad?
Respuesta: El gran temor en relación al virus es que la región central y sudeste del país, que tienen veranos calientes y una gran presencia de mosquitos, no tuvieron aún mucha circulación de virus zika.
Esa es la gran preocupación en el futuro inmediato: que estados muy poblados tengan una circulación intensa del virus que no pueda ser controlada. Estados como Sao Paulo, Rio de Janeiro, Paraná, Minas Gerais y Goiás, que han tenido grandes epidemias de dengue en los últimos años, lo cual nos lleva a creer que el mosquito está presente de manera muy generalizada y que puede haber transmisión de otros virus.
P: ¿Y cuál es el plan hasta que haya una vacuna?
R: La situación hoy es dramática. El país está muy preocupado. La gran medida adoptada por el gobierno en lo inmediato fue la unión para combatir al mosquito (...) También es posible que después de un primer año en que la población brasileña no tenía experiencia con el virus zika, una parte se haya inmunizado y luego de un tiempo podamos tener una población más inmune que haga que el virus circule menos.
P: ¿Está probado el vínculo con la microcefalia?
R: Establecimos de forma concluyente la relación durante la gravidez (...) la coincidencia temporal y espacial, ya que en las mismas localidades donde hubo gran circulación del virus entre seis y ocho meses más tarde nacieron niños con microcefalia.
Muchas de las madres que dieron a luz a niños con microcefalia recordaban haber tenido una infección parecida a la descrita para el zika: manchas en la piel, urticaria, fiebre baja. Además, identificamos virus en líquido amniótico de embarazadas cuyos bebés tenían microcefalia, incluso constatada dentro del útero, y hubo casos de niños microcéfalos que murieron poco después de nacer en los que también se identificó.
P:¿El zika puede ser mortal?
R: No sabemos si el virus zika por sí solo es capaz de producir una enfermedad tan grave que lleve a una persona a la muerte, o si la infección se dio en personas que ya tenían otras dolencias y eso pudo haber contribuido a su muerte. Los casos fatales fueron un número muy pequeño cuando lo comparamos con las muertes por dengue. El año pasado hubo más de 700 muertos por dengue [863 según datos oficiales] durante una epidemia muy grande de aproximadamente un millón y medio de casos de dengue.
El foco de nuestra preocupación son las gestantes.
P: ¿Qué garantías ofrece Brasil para los Juegos Olímpicos?
R: El estado y la ciudad de Rio han invertido mucho, focalizando sus esfuerzos en los lugares donde se realizarán los juegos, en los alrededores de esas áreas y en las zonas de la ciudad donde hay una mayor infestación de mosquitos. Y tenemos el factor natural que debe ayudar, que en general julio y agosto [invierno austral] forman parte de un periodo en que la infestación de Aedes aegypti es muy baja. Prácticamente no tenemos casos de dengue a partir de julio en todo el país.
Los que vienen a las Olimpíadas se alojarán en hoteles con aire acondicionado, estarán en áreas donde la infestación no es muy alta y eso debería llevar tranquilidad a los visitantes y a los atletas.
P: ¿Qué proyectan los modelos para la epidemia?
R: El año pasado tuvo una curva de transmisión parecida a la del dengue, pero duró más tiempo. La de dengue cayó en junio, julio y la del zika continuó por más tiempo, hasta julio, agosto. Luego percibimos claramente que disminuyó bastante. A comienzo de año, con un clima más caliente, ya tenemos información de que se está observando un aumento de casos.
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