La muerte de Nelson Mandela provocó "un profundo dolor" en Cuba, primer país latinoamericano que visitó Nelson Mandela en 1991 y por el que profesó un gran cariño, que extendió a su amigo Fidel Castro.
La Habana reaccionó de inmediato a la muerte del líder sudafricano de 95 años el jueves en Johannesburgo, con un mensaje de condolencia del presidente Raúl Castro a su homólogo Jacob Zuma, y decretando dos días de duelo oficial y el domingo duelo nacional, que suspende "espectáculos públicos y actividades festivas".
Los medios nacionales, todos bajo control estatal, dedicaron amplios espacios a la muerte de Mandela, y resaltaron su amistad con el líder cubano Fidel Castro.
No se descarta una reacción escrita de Castro, de 87 años y en retiro desde 2006 por una crisis de salud, quien consideraba a su "viejo y prestigioso amigo" un "símbolo de la libertad, la justicia y la dignidad humana", según un mensaje que le envió en julio 2010, por su 92 cumpleaños.
Mandela y Cuba, un amor de vieja data
Las relaciones de Mandela, Cuba y su líder Fidel Castro comenzaron en la década de los años 1970, por el apoyo brindado a la isla al Congreso Nacional AFricano, partido de Mandela, cuando aún este permanecía en prisión.
Esa relación se fortaleció con la participación militar cubana en apoyo de la independencia de Angola.
Cuba, que siempre respaldó al Congreso Nacional Africano (ANC), envió unos 50.000 soldados a combatir en Angola a las fuerzas sudafricanas, hasta su retiro a fines de los años 1980.
"El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan", dijo Mandela durante su visita a Cuba en julio de 1991.
Cuba fue uno de los primeros países visitados por Mandela tras su salida de prisión, en febrero de 1990, a los que seguirían México y Venezuela, el mismo año.
Ante miles de cubanos reunidos en Matanzas, 100km al este de La Habana, para celebrar el 26 de julio junto a Fidel Castro, Mandela valoró la victoria cubana sobre las tropas sudafricanas de Cuito Cuanavale (diciembre de 1987 a marzo de 1988) en Angola.
"La aplastante derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale constituyó una victoria para toda África! íCuito Cuanavale marca un hito en la historia de la lucha por la liberación del África austral! íCuito Cuanavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote del apartheid!", dijo.
Castro y Mandela volvieron a encontrarse e Sudáfrica, en 1998, cuando el entonces presidente cubano asistió a la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados.
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