En medio de numerosas expresiones de dolor y llanto, miles de personas se lanzaron el viernes en la noche a las calles de la localidad oriental de Bayamo para recibir la caravana con las cenizas de Fidel Castro al concluir el tercer día de su recorrido por la isla..
Con fotografías del fallecido líder y su hermano, el presidente Raúl Castro, y pequeñas banderas cubanas, miles de habitantes se apostaron a los lados de las calles y avenidas de esa ciudad, que está a unos 700 kilómetros al este de La Habana, para saludar y registrar con sus teléfonos móviles el paso del cortejo fúnebre.
Entre la multitud había algunas mujeres que estallaban en llanto al ver pasar la pequeña urna de cedro que contiene las cenizas de Castro.
Los restos del exgobernante fueron llevados a un viejo cuartel, que en la actualidad funciona como un parque museo, donde permanecerían hasta el sábado. Ese día la caravana saldrá rumbo a Santiago de Cuba, donde serán inhumados en el mismo cementerio en el que reposan los restos del prócer cubano José Martí.
Mailen Romagoza, una habitante de Bayamo de 32 años, aun conmovida por la muerte del líder cubano, dijo que hay mucho que agradecerle.
"Soy una trabajadora social y sé muy bien lo que esta revolución ha hecho en términos de salud, educación y bienestar para los más necesitados", dijo Romagoza a The Associated Press.
Desde la ciudad de Camagüey la caravana emprendió al amanecer del viernes el tercer tramo del recorrido, que incluyó las provincias de Las Tunas y Holguín, la tierra natal de Castro.
Durante la jornada algunos tramos de la carretera central fueron cerrados por varias horas por policías y militares para permitir el paso del convoy, el cual está integrado por siete vehículos, de los cuales cuatro son jeeps rusos UAZ.
El cortejo, que ha transitado en los últimos dos días más de 500 kilómetros, recorre en sentido inverso la marcha del movimiento guerrillero que lideró Castro desde las montañas de la Sierra Maestra y protagonizó la revolución de enero de 1959.
Las cenizas de Castro salieron el miércoles de La Habana luego de dos días de actos masivos en los que decenas de miles de personas y diversos líderes extranjeros acudieron a la emblemática Plaza de la Revolución para honrar al exgobernante, que murió el viernes de la semana pasada a los 90 años.
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