Un operativo policial arrasó este miércoles con miles de puestos de venta ilegal de ropa que rodean a La Salada, una zona de comercio informal en las afueras de Buenos Aires señalada como uno de los "mercados negros" más grandes de América Latina, informó un comerciante.
Los comerciantes en el lugar cifraron en unos 4.000 los puestos derribados mientras que una fuente consultada por la AFP del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, que controló el operativo ordenado por una fiscalía, los estimó en 2.000.
"Unos 4.000 puestos, unas jaulitas de un metro cuadrado cada una, fueron desalojados para despejar la zona de la Ribera del Riachuelo", explicó a la AFP Enrique 'Quique' Antequera, administrador de una de las tres ferias legales que integran La Salada, en el municipio de Lomas de Zamora, al sur de la capital argentina.
Los puesteros desalojados habían levantado una feria paralela en los alrededores del complejo La Salada, integrado por las ferias Urkupiña, Punta Mogotes y Ocean que suman entre las tres unos 10.000 bocas de expendio, cifra que se triplica con los puestos ilegales de las adyacencias.
Antequera negó que La Salada sea "el mayor mercado ilegal de América Latina", como lo calificó un reciente informe del Departamento de Comercio de los Estados Unidos citado por la prensa local.
El comerciante aseguró que los puestos de Urkupiña "pagan 150 millones de pesos (16,8 millones de dólares) al año entre impuestos y salarios".
Según una investigación del canal de noticias TN, en La Salada se facturan en total unos 9 millones de dólares por semana.
El desalojo de los puestos de La Ribera se produjo en la madrugada del miércoles con grúas, topadoras y una veintena de camiones que pasaron por arriba de los puestos dejando un tendal de caños destruidos en el suelo, en un operativo con la participación de unos 600 policías de la provincia de Buenos Aires, dijo la fuente ministerial.
La feria de La Salada nació en 1991 cuando un centenar de inmigrantes bolivianos se instalaron en terrenos donde luego se desarrolló el complejo comercial.
Allí se vende ropa y calzado deportivo que imita las grandes marcas, además de CDs y DVDs entre otros productos, a precios muy inferiores a los del comercio minorista.
A diferencia de los vendedores de La Salada, autorizados por el municipio, los puestos desalojados son ilegales y se ubicaban en un espacio público a menos de 35 metros del curso del río.
Otros miles de puestos ilegales se extienden sobre las veredas y en las calles aledañas al complejo original, cuyo desalojo reclaman los otros comerciantes.
"No le queremos sacar el trabajo a nadie. Pero hemos pedido al municipio que haga algo. Con los puestos ilegales se está poniendo cada vez más violento", advirtió Antequera.
La CAME, confederación que representa a pequeños y medianos comerciantes, celebró el desalojo de "puestos ilegales que venden mercadería ilícita y lo hacen en condiciones que violan todas las normas de salubridad".
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