El jefe de Política Exterior del Parlamento venezolano, el opositor Luis Florido, solicitó este jueves a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares ante lo que consideró son "amenazas" del gobierno contra su seguridad.
Florido señaló en una nota que la solicitud de las medidas nace de las "amenazas que han sido proferidas por el Tribunal Supremo de Justicia y desde distintos personeros del régimen que amenazan con encarcelarnos".
Florido viajó el lunes a Washington desde Colombia, pese a que las autoridades de su país le anularon el pasaporte hace un mes.
"Solicitamos medidas cautelares para un regreso seguro, voy a volver a Venezuela, defender a los venezolanos no es delito", indicó.
En una conversación el miércoles con la AFP, Florido dijo que regresará el próximo jueves a su país, también desde Colombia y usando su cédula de identidad venezolana, no el pasaporte.
En Washington, el parlamentario acudió el martes a la Organización de Estados Americanos (OEA) cuando el Consejo Permanente del ente realizaba una sesión extraordinaria para evaluar la situación de Venezuela, aunque no participó de la reunión.
También se reunió en el Congreso de la capital estadounidense con legisladores, incluyendo la congresista Ileana Ros-Lehtinen y el senador Marco Rubio, versados en la situación venezolana.
"Rubio fue muy receptivo y dejó claro la preocupación que tiene por el asedio del Parlamento venezolano", dijo Florido a AFP.
El presidente Nicolás Maduro ha reaccionado duramente contra los opositores que viajan a Estados Unidos, según él, a pedir que Washington intervenga en Venezuela, y pidió a la justicia actuar "con mano de hierro" contra ellos.
También acusó a la mayoría opositora en el Parlamento de "traición a la patria" por pedir a la OEA evaluar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana.
Considerado cercano al oficialismo, el Tribunal Supremo de Venezuela retiró la inmunidad parlamentaria de los diputados y asumió las competencias del Legislativo, lo que provocó este jueves una avalancha de críticas de la comunidad internacional contra Maduro.
La oposición denunció un "golpe de Estado" y llamó a protestas el sábado.
"La comunidad internacional está vigilante que hoy en Venezuela hay una ruptura del orden constitucional", dijo Florido, quien denunció un "golpe" desde el poder judicial contra la "voluntad popular".
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