El papa Francisco recibió el sábado al presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien le regaló una estatuilla de la virgen de Guadalupe y la camiseta de la selección mexicana de fútbol con la firma de los jugadores.
Las conversaciones trataron de "algunos aspectos de la vida del país, entre ellos las numerosas reformas emprendidas y, en particular, la constitucional que concierne a la libertad religiosa", informó la Santa Sede en un comunicado.
"A continuación se han abordado otros temas de interés común como la emigración, la lucha contra la pobreza y el desempleo, así como las iniciativas encaminadas a combatir la violencia y el tráfico de drogas", señaló.
Por último, agregó, "ha habido un intercambio de opiniones sobre temas relativos a la actualidad regional e internacional".
Francisco le entregó un medallón en bronce que representaba uno de los proyectos de la basílica de San Pedro y su exhortación apostólica "Evangelii Gaudium" (la alegría del evangelio).
Acompañó a Peña Nieto una delegación de 17 personas, entre ellas, su esposa Angélica Rivera de Peña y el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña.
"En México se le quiere y se le respeta, Su Santidad, muchas gracias", se despidió el mandatario, mientras el papa pidió que rezaran por él.
Fue la primera audiencia privada concedida por el papa argentino al presidente mexicano, quien lo saludó el 19 de noviembre de 2013 cuando asistió a la misa de inicio de su pontificado.
Posteriormente fue recibido por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolín. El domingo Peña Nieto viajará a Madrid.
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