Dos actos terroristas marcaron este año la vida de los franceses. El primero de ellos contra la libertad de expresión y el segundo contra el estilo de vida francés.
El primero de ellos tuvo lugar el 7 de enero contra la revista Charlie Hebdo. Ese día dos hombres, que luego fueron identificados como los hermanos Cherif y Said Kouachi, asaltaron la sede de la publicación llevando dos fusiles Kalashnikov con los que abrieron fuego contra todos los que estaban en la redacción del semanario.
El ataque dejó 12 muertos, entre ellos el periodista y dibujante Stephane Charbonnier, editor de la revista; tres de sus principales caricaturistas y dos policías que patrullaban la zona donde se localiza Charlie Hebdo.
Charlie Hebdo reconocida por sus publicaciones en las que satiriza al profeta Mahoma y al Corán, así como a diferentes figuras religiosas, había recibido amenazas reiteradas de grupos extremistas. La rama de Al Qaida en Yemen reivindicó los atentados.
Una semana después de los atentados la publicación lanzó un nuevo número con Mahoma en la portada. Los sobrevivientes de la redacción del semanario representaron a Mahoma con una lágrima portando un letrero "Yo soy Charlie" y bajo el título "Todo queda perdonado".
VIERNES SANGRIENTO EN PARÍS
En un ataque coordinado terroristas interrumpieron la tranquilidad de los parisinos la noche del viernes 13 de noviembre. Los ataques fueron perpetrados de manera simultanea en diferentes lugares de París.
Un explosivo fue activado cerca al Stade de France mientras se disputaba un partido entre Francia y Alemania. Tres restaurantes del Distrito X de París fueron atacados a bala. El más sangriento de todos los ataques ocurrió en el teatro Bataclan.
Tres hombres fuertemente armados ingresaron al teatro donde veían tocar a la banda Eagles of Death Metal más de 1.500 personas, allí abrieron fuego indiscriminadamente y tomaron como rehenes a más de 100 persona, mientras la policía francesa se tomaba la instalación. Los agresores fueron abatidos.
La policía francesa logró identificar al Abdelhamid Abaaoud, un belgamarroquí de 28 años, como el cerebro de los atentados del 13 de noviembre en París. El yihadista murió el 18 de noviembre cuando la policía asaltó el apartamento donde se había atrincherado en las afueras de París.
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