Este sábado hubo escaramuzas entre palestinos y el ejército y colonos israelíes en Cisjordania ocupada, al día siguiente de una jornada marcada por la muerte de tres jóvenes palestinos, entre los cuales un bebé quemado vivo por extremistas judíos.
El funeral de una de las tres víctimas, Laith Jaldi, de 16 años de edad, alcanzado mortalmente por un disparo del ejército israelí, degeneró en enfrentamientos por la tarde. Decenas de jóvenes del campo de refugiados de Al Jalazun, en los alrededores de Ramala, lanzaron piedras a los soldados que replicaron con granadas de gases lacrimógenos y balas de goma.
Fuera de la Cisjordania ocupada, también hubo choques en diferentes zonas, manifestaciones a causa de la violencia de la víspera que se convirtieron en enfrentamientos entre jóvenes y soldados, indicó un responsable de seguridad palestino a la AFP.
Según fuentes palestinas también hubo enfrentamientos en una aldea del norte de Cisjordania.
Este nuevo estallido de violencia comenzó el viernes al amanecer, cuando hombres enmascarados lanzaron cócteles Molotov por la ventana de una casa de un poblado palestino en el norte de Cisjordania ocupada.
Ali Dawabsheh, de 18 meses, murió quemado vivo. Sus padres, Saad y Riham, y su hermano, Ahmed, de 4 años, se encuentran entre la vida y la muerte.
Saad Dawabsheh, con quemaduras de tercer grado en el 90% del cuerpo se encuantra en "estado crítico", indicó a la AFP el hospital israelí de Beer Sheva. Su esposa y su otro hijo están "en un estado muy grave y sus vidas corren peligro", según el hospital Tel Hashomer de Tel Aviv, contactado por la AFP.
Otro adolescente palestino fue abatido por el ejército israelí en la Franja de Gaza, que argumentó que se había acercado demasiado al muro que separa Israel del enclave palestino.
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