Un alerta por lluvias intensas hasta el viernes presagiaba que podría agravarse la situación en localidades inundadas del norte de la provincia de Buenos Aires, donde al menos 10.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares y refugiarse en centros de evacuación.
El gobierno de Cristina Fernández, en tanto, intentaba neutralizar el impacto político de la catástrofe con una serie de medidas de ayuda social y fiscal para los damnificados, en su gran mayoría de sectores pobres.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió a última hora del miércoles un alerta por "lluvias intensas" de entre 20 y 50 milímetros en el norte de la provincia de Buenos Aires, donde algunas poblaciones sufrieron en los últimos días crecimiento récord del cauce de ríos y arroyos, lo que provocó el desborde de las aguas.
El organismo pronosticó que el clima mejoraría el viernes.
Al mismo tiempo se emitió otra alerta por fuertes vientos y lluvias en la costa sudeste de la provincia de Buenos Aires, costas del río de la Plata y delta del río Paraná. Este fenómeno conocido como "sudestada" suele provocar el anegamiento de zonas costeras, incluso en la capital.
Unas 40 localidades bonaerenses se encontraban inundadas a causa de las constantes precipitaciones desde hace una semana. Las autoridades estiman en 10.000 los evacuados, aunque reconocen que el número podría ser mayor, ya que muchas familias abandonaron los hogares por sus propios medios.
Y hasta el momento tres personas fallecieron.
Una de las localidades más afectadas es Luján, a 40 kilómetros al noroeste de la capital, donde el agua ingresó a la basílica, el mayor templo católico de Argentina. Los vecinos se quejaron de que en los últimos años han perdido en varias ocasiones sus pertenencias debido a las inundaciones.
Salto, localidad agropecuaria a unos 200 kilómetros al norte de Buenos Aires, fue declarada zona de desastre tras la crecida histórica de más de siete metros del río local.
Los expertos climáticos apuntan que las inundaciones obedecen en parte al fenómeno de la corriente de El Niño, aunque también se cuestiona la responsabilidad de los gobiernos nacional y provincial por falta de obras hidráulicas y de control para evitar canales ilegales en los campos sembrados y la edificación sobre humedales que escurren a los ríos.
"Se trata de una cantidad imposible de canalizar por las vías habituales; hubo muchas obras de mejoramiento, pero no es suficiente", afirmó el jefe de gabinete de ministros, Aníbal Fernández, en una rueda de prensa el miércoles por la noche.
El drama de los miles de damnificados se coló en la campaña presidencial para las elecciones del 25 de octubre.
El gobernador provincial y candidato a presidente por el peronismo oficialista, Daniel Scioli, tuvo que anticipar su regreso de Italia después de las críticas que recibió por no visitar las zonas afectadas por la crecida de los ríos tras varios días de lluvias intensas.
El jefe de gabinete de la provincia, Alberto Pérez, indicó al canal de cable C5N que el gobernador llegará a Argentina a primera hora del jueves. El funcionario justificó el viaje al exterior de Scioli por "motivos médicos" en referencia al tratamiento periódico que recibe por su brazo ortopédico. Scioli, un ex piloto de motonáutica, perdió su miembro superior derecho en una competencia en 1989.
En tanto, la presidenta Fernández canceló un acto oficial en la casa de gobierno en el que iba a recibir una condecoración de la Autoridad Nacional Palestina por su apoyo ante las Naciones Unidas para el reconocimiento de ese Estado, indicó a The Associated Press la oficina de prensa de la presidencia.
La gobernante dispuso el pago de "dos haberes mínimos extra a jubilados y pensionados" y duplicar por el lapso de tres meses el monto de las asignaciones sociales para familias sin empleo en las zonas afectadas, anunció el jefe de gabinete.
Mauricio Macri, alcalde saliente de Buenos Aires y principal rival de Scioli, también apuntó contra la gestión del gobernador. Criticó la falta de obras en la provincia y ofreció a los alcaldes bonaerenses los equipos de emergencia de su gobierno en la capital argentina.
"Nosotros estamos coordinando (ayuda) a nivel de intendentes (alcaldes) porque lamentablemente a nivel provincial los mismos intendentes se quejan de cierta ausencia", dijo Macri a periodistas.
Por su parte, Sergio Massa, candidato por el peronismo disidente, señaló que el viaje de Scioli fue al menos "inoportuno".
"Siguen actuando mal... la responsabilidad de las cuencas hídricas es del gobernador", dijo.
En Twitter y otras redes sociales se lanzó una campaña para colaborar con los damnificados bajo la consigna (hash)NoEstanSolos. A su vez la Iglesia católica, a través de su organización Cáritas de ayuda humanitaria, y los populares clubes de fútbol River Plate y Boca Juniors recolectan colchones, agua y alimentos.
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