En 2012 Adrian Bayford y Gillian Bayford y sus dos hijos eran una feliz familia de Haverhill, Reino Unido, pero su desdicha llegó cuando se ganaron 186 millones dólares en la lotería Euromillions.
Así es, tan solo un año después de haberse ganado el tan deseado premio, esta pareja se divorcio porque la vida entre ambos se había convertido en constantes peleas y tristezas, pero antes repartieron entre ambos la fortuna ganada en la lotería y continuaron de amigos. Los dos intentarían rearmar sus vidas.
Adrián Bayford lo logró, este hombre de 45 años a los dos meses se enamoró por segunda vez de una joven llamada, Sam Burbidge de 28 años, quien prometía hacerlo feliz.
Ella era amante de los caballos por lo que él la llevó a vivir con él a la mansión en Haverhill donde le construyó un precioso establo y le compró varios equinos. Gastando dos millones de dólares solo en la arena para que los 30 purasangres pudieran entrenarse.
Sam en Haverhill
Todo iba bien, Adrián pensaba casarse con su nueva pareja, sin embargo, todo los planes se le vinieron al suelo, cuando de regreso de un viaje que había hecho para visitar a su ex esposa y a sus hijos, su novia lo había abandonado.
Y no solo se había ido de la mansión, sino que se había llevado con ella toda una fortuna. Sam escapó con 30 caballos, dos perros, un carro deportivo y un camión jaula para caballos.
Los equinos, con un valor de 380 mil dólares, el camión jaula evaluado en 125 mil dólares, un auto marca Mercedes Benz de 75 mil dólares y dos perros.
Finalmente, Adrian se quedó sin su esposa, su novia y sin parte de su dinero.
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