Las 36 iglesias de Garissa duplicaron de tres a seis los oficiales de seguridad armados.
Las iglesias cristianas normalmente llenas, experimentaron una baja asistencia hoy debido a que los fieles se quedan en casa por temores de seguridad.
Una de las iglesias más grandes de Garissa, la Iglesia Pentecostal del Este de Africa (IPEA), registró una reducción de 50 por ciento en el número de fieles.
El sacerdote de la iglesia, Ibrahim Makunyi, dijo a los reporteros que sus feligreses expresaron temores por un posible ataque terrorista.
"No debemos dejar que el miedo nos domine y debemos mantenernos unidos como una comunidad a pesar de las diferencias religiosas para combatir al terrorismo. Ninguna religión apoya los asesinatos", indicó Makunyi.
El sacerdote sobrevivió a un ataque terrorista en 2012 y ha propugnado por un diálogo entre religiones para combatir esta amenaza.
Los cristianos que residen en Garissa asumieron hoy un bajo perfil mientras discutían las consecuencias del peor ataque terrorista ocurrido en la región.
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