Las fuerzas afganas se enfrentaban este lunes a los insurgentes atrincherados en un edificio cercano al consulado indio en Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán, mientras en India seguía el ataque a una base aérea.
Doce horas después del intento fallido de penetrar en el consulado, los miembros del comando resistían a las fuerzas de seguridad. Al mismo tiempo, en India, el ejército seguía batallando para desalojar a un comando, al parecer integrado por paquistaníes, que penetró en una base de la fuerza aérea.
Los dos ataques tienen lugar diez días después de una visita del primer ministro indio Narendra Modi a Afganistán, donde un atentado suicida cerca del aeropuerto de Kabul este mismo lunes dejó de nuevo en evidencia la situación de inseguridad del país.
El atentado no produjo muertes salvo la de kamikaze, indicó el portavoz del ministerio afgano del Interior, Sediq Sediqqi.
Los talibanes no reivindicaron el atentado ni el ataque contra el consulado indio que empezó el domingo pero a menudo han atacado los intereses indios en Afganistán.
"La operación de limpieza comenzó. Las supervisa el gobernador Atta Mohammed Noor" de la provincia de Balkh, declaró Mounir Farhad, portavoz de Noor.
El consulado "está en una zona residencial. Somos muy prudentes, queremos evitar que civiles resulten heridos", agregó.
Hasta ahora, Mazar-i-Sharif no se había visto afectada por la insurrección de los talibanes que se extendió al conjunto de Afganistán en los últimos meses.
Los expertos han señalado a menudo el riesgo de una guerra entre India y Pakistán a través de los talibanes, apadrinados por los servicios secretos paquistaníes.
El 25 de diciembre pasado, los jefes de gobierno de Pakistán e India se reunieron en Islamabad.
Era la primera vez en diez años que un primer ministro indio viajaba a Pakistán.
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