Un inmigrante sirio, que naufragó en una isla griega con su familia, fue detenido por la policía cuando buscaba ayuda y tras ser liberado, varias semanas después, encontró los cuerpos de su mujer y sus hijos muertos en un incendio, denunció el miércoles una asociación de defensa de los derechos humanos que calificó los hechos de "crimen de Estado".
"¿Salvé a mi familia de las llamas que arrasan Siria para verla morir quemada en Grecia?", se lamenta Wasim Abunahi según la asociación Diktyo, un organismo de defensa de los derechos humanos.
Este hombre procedente de Siria desembarcó con su familia y sus dos hijos en la isla de Samos el 21 de julio (sudeste del mar Egeo) tras haber realizado el viaje desde Turquía en una precaria embarcación.
Wasim Abunahi explica que intentó sin éxito acudir a los servicios de rescate y que un barco, que aparentemente las autoridades griegas enviaron en su ayuda, dio media vuelta obligándole a marchar a pie por la isla para encontrar ayuda.
Cuando llegó a una casa, el propietario llamó a la policía y el inmigrante fue detenido.
Según su relato, la policía se negó a ir a buscar al resto de su familia porque un incendio se había declarado en esa zona montañosa.
Abunahi, que entró ilegalmente en el territorio griego, asegura que pasó un mes detenido y que los primeros días estuvo atado a una silla en una comisaría antes de ser trasladado a un centro de retención.
El 6 de septiembre, cuando fue liberado, fue a buscar a su familia y encontró los cadáveres calcinados de su mujer, de su hijo de tres años y de su hija de nueve meses.
La policía informó de la apertura de una investigación.
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