"Todos somos uno", proclamaban las banderolas con las que miles de kenianos rindieron un emocionado homenaje hoy domingo a las 67 víctimas del ataque perpetrado hace un año por islamistas shebab al centro comercial de Westgate en Nairobi.
Este país de África oriental conmemora la matanza entre grandes medidas de seguridad, por temor a nuevos atentados.
Este aniversario se produce pocas semanas después de la muerte del jefe de los insurgentes islamistas shebab, Ahmed Abdi Godan, en un bombardeo estadounidense.
"Este mismo día hace un año sufrimos una conmoción con la que tendremos que convivir siempre", declaró el presidente keniano, Uhuru Kenyatta, en una tribuna publicada en el diario The Nation.
El 21 de septiembre de 2013, cuatro hombres armados de granadas y kalashnikovs irrumpieron en el Westgate hacia mediodía. Como todos los sábados, el supermercado del centro, sus restaurantes y otras tiendas estaban llenas de extranjeros y representantes de la clase media keniana.
Hombres, mujeres y niños caerían bajo los disparos del comando, que rápidamente se atrincheró en el lugar, y resistió durante cuatro días a las fuerzas de seguridad.
Este domingo, más de 2.500 personas, portando flores blancas y con lazos negros prendidos en el pecho, se congregaron en un ambiente de pesar en el bosque de Karura, en las afueras de la capital, para inaugurar una placa conmemorativa en honor de las víctimas. Al mismo tiempo, familiares de las víctimas plantaron en el lugar varios árboles, uno por cada persona muerta el año pasado.
El ataque del Westgate fue reivindicado por los shebab, que aseguraron actuar en represalia por la intervención militar keniana que se lleva a cabo contra ellos desde 2011 en el sur de la vecina Somalia.
Según los investigadores y médicos legistas, los cuatro asaltantes murieron durante los enfrentamientos con las fuerzas kenianas durante el asedio al centro comercial.
*NOTA DE REUBEN KYAMA.
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