El emisario internacional para Siria, Lakhdar Brahimi, exigió este domingo la presencia de una oposición "creíble" para celebrar la conferencia internacional de paz de Ginebra el próximo 23 de noviembre, donde se espera reunir a gobierno e insurgentes para negociar una solución.
Brahimi, enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, se reunió este domingo en El Cairo con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi.
El dirigente anunció tras su reunión que la conferencia internacional de paz llamada Ginebra-2 tendrá lugar el 23 de noviembre, confirmando lo adelantado por el gobierno sirio hace unos días.
El emisario recalcó que el principal reto será llevar a esa reunión a la oposición siria, muy dividida sobre la conveniencia de sentarse a dialogar con el régimen cuando sobre el terreno siguen los bombardeos y los combates.
Este mismo domingo, al menos 31 personas, entre ellas varios soldados, murieron en la ciudad de Hama cuando un suicida hizo estallar un camión atiborrado de explosivos en un retén militar.
La reunión, dijo el diplomático argelino, "no se celebrará sin una oposición creíble, que represente a una parte importante del pueblo sirio opuesto" al gobierno de Bashar al Asad.
La coalición opositora debe decidir la semana entrante en Estambul si participa en la conferencia Ginebra-2.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), su principal componente, adelantó hace una semana que no se va a sentar a negociar con el régimen en la ciudad suiza.
Brahimi añadió que viajará ahora a Catar y a Turquía, dos países que apoyan a la oposición siria, así como a Siria, aunque el gobierno ha impuesto como condición que sea "imparcial", según informó este domingo el diario gubernamental Al Watan.
Luego irá a Irán, principal apoyo del régimen de Damasco, y por último a Ginebra, donde hablará con representantes de los gobiernos rusos y norteamericano, ambos promotores de la conferencia de paz.
La celebración de esta cita, adelantada desde hace semanas, se ha postergado en varias ocasiones, por los desacuerdos sobre quiénes deben participar y cuáles deben ser los objetivos.
El régimen ha descartado la salida anticipada del presidente Bashar al Asad. Pero la oposición en el exilio insiste en que la transición debe hacerse sin él.
La promoción de la conferencia de Ginebra será también un punto importante en la agenda del Secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
El funcionario asistirá a un encuentro de los Amigos de Siria el martes en Londres, en el que estarán representantes de la oposición y ministros de once países occidentales y árabes.
El apoyo a la conocida como Ginebra-2 se intensificó después de que Damasco aceptara en septiembre un acuerdo que preveía la entrega del arsenal químico sirio y su destrucción.
Por su lado, Arabia Saudita ha visto en la gestión del conflicto sirio por parte del Consejo de Seguridad de la ONU una señal de "impotencia", y alegando esto se ha negado a ocupar un asiento temporal en el organismo a partir del 1 de enero.
Nabil al Arabi manifestó este domingo su apoyo a Riad, mientras otros países árabes le están pidiendo a la potente monarquía que reconsidere su decisión.
Atentado suicida en Hama
Sobre el terreno, al menos 31 personas murieron este domingo en un atentado suicida contra un retén militar en la ciudad de Hama, en el centro del país.
"Al menos 31 personas, entre ellas soldados del régimen, murieron cuando un hombre hizo estallar un camión cargado de explosivos en un retén, cerca de una empresa de vehículos agrícolas, en la carretera entre Hama y Salamiyeh", señaló el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
En el este del país, alrededor de la ciudad de Deir Ezzor, los combates se intensificaron la mañana de este domingo. Unos activistas de la Unión de Coordinadores de la Revolución Siria dieron parte de cuatro ataques aéreos en zonas controladas por los rebeldes en la capital provincial.
En el norte, las fuerzas aéreas del régimen atacaron a insurgentes que intentaban hacerse con el control de la prisión principal de Alepo, controlada por el gobierno.
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