“El periodismo independiente en Venezuela está arrinconado”. Así lo expuso hace pocos días ante el Senado de España el director y propietario del periódico venezolano El Nacional, Miguel Henrique Otero, al denunciar las presiones del Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Otero, quien ha pedido la solidaridad internacional, denunció que las amenazas a la libertad de prensa en su país no son nuevas, pues El Nacional y otras publicaciones llevan más de dos años con restricción al acceso del papel periódico.
De hecho, apenas el año pasado 13 de los más importantes periódicos de América Latina, entre ellos El Tiempo de Bogotá, La Nación de Argentina y O'Globo de Brasil lideraron –en el caso colombiano con el auspicio de Andiarios- la llamada operación ‘Todos somos Venezuela’, con la que se buscaba enviar a los diarios venezolanos más de 80 toneladas de papel periódico.
Si bien esa cantidad apenas les permitía subsistir dos meses, se trató del mayor gesto de solidaridad periodística entre medios de los últimos años en el continente.
En las últimas semanas la presión del Gobierno de Maduro contra la prensa independiente de su país se incrementó, tras el escándalo del llamado ‘Cartel de los Soles’, en referencia a que varios altos mandos militares venezolanos estarían comprometidos en actividades de narcotráfico.
Incluso, el exjefe de escoltas del fallecido presidente Hugo Rafael Chávez, Leamsy Salazar, quien está colaborando con la justicia de Estados Unidos bajo la figura de testigo protegido, denunció la participación en esas actividades ilegales del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien anunció acciones legales contra El Nacional y otros periódicos.
Pero no se trata de una publicación aislada sino de una serie de artículos de prensa, fundados en fuentes oficiales norteamericanas, lo que tiene en guardia a Cabello, pues también en su contra El Nacional y algunos medios de su país lo han vinculado con violaciones a los derechos humanos.
En una reciente editorial, El Nacional advirtió que “la represión mediática en Venezuela es simplemente parte de la estrategia que está en el plan de la patria, que se llama hegemonía comunicacional, que no es sino el modelo cubano a largo plazo”.
Otero insistió que el gobierno de Nicolás Maduro genera con su actitud "toda una atmósfera de autocensura".
Hoy, el director de El Nacional reclama nuevamente que el continente voltee sus ojos a Venezuela para proteger la libertad de expresión, la prensa libre y la subsistencia de los pocos medios privados independientes que aún sobreviven en la sufrida patria donde nació el chavismo.
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