Aproximadamente 5.000 brasileños empobrecidos están ocupando ilegalmente terrenos cercanos al estadio donde se realizará el juego inaugural de la Copa Mundial de fútbol, diciendo que la construcción de éste es culpable de los incrementos al precio de la renta que los obligó a dejar sus viviendas.
Las familias padecen insectos, poco alimento y falta de privacidad en un terreno de aproximadamente 15 hectáreas en las colinas verdes del este de Sao Paulo.
Los residentes del nuevo barrio de tiendas de campaña ubicado a poco más de tres kilómetros (dos millas) del estadio dicen que la renta en su barrio aumentó como resultado de la fiebre inmobiliaria por la Copa Mundial.
Las familias señalaron esta semana que esperan que gobierno se compadezca y los ayude a asegurar una vivienda que puedan considerar suya.
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