Por Milos Krivokapic
La policía francesa arrojó gases lacrimógenos en un brote de violencia ocurrido mientras miles de personas desafiaron una prohibición para manifestarse a favor de los palestinos en Gaza.
El Ministerio del Interior había solicitado poco antes a los organizadores de la manifestación que respetaran la prohibición impuesta para impedir actos de violencia antisemitas.
Unas 3.000 personas se congregaron de todos modos en la Plaza de la República, en el este de París, ante la vigilancia de centenares de policías antimotines, que bloquearon las calles aledañas para impedir la marcha. La tensión se agravó cuando cientos de manifestantes, algunos enmascarados, empezaron a arrojar piedra y proyectiles contra los policías, que respondieron con los gases lacrimógenos.
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve instó al público a respetar la prohibición. Horas antes, el Consejo de Estado confirmó la legalidad de la prohibición. Un tribunal había determinado lo mismo, pero los organizadores dijeron que ejercerían su derecho a protestar.
"Todos los días cuentan" para los que viven en Gaza, afirmó Olivier Besancenot, ex titular del Partido Nuevo Anticapitalista, de extrema izquierda.
Gaza ha estado sitiada durante semanas por Israel, que considera a Hamas, el grupo que gobierna, una amenaza. Más de 1.000 palestinos han muerto, según fuentes palestinas.
Dos protestas a favor de los palestinos prohibidas el fin de semana pasada, en París y Sarcelles, desembocaron en hechos de violencia y ataques a sinagogas. El miércoles, una manifestación autorizada que congregó a unas 15.000 personas fue pacífica.
Cazeneuve dijo que conversaciones en las redes sociales plantean el riesgo de que la protesta del sábado degenere en violencia.
Durante la semana pasada, unas dos docenas de personas fueron condenadas por hechos de violencia.
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