La ONU anunció el martes que el número de refugiados sirios supera los dos millones, ocho veces más que hace un año, en momentos en que la administración Obama trata de convencer al Congreso de la urgencia de actuar militarmente.
El presidente sirio Bashar Al Asad, al que la oposición y varios países occidentales acusan de haber matado a centenares de civiles con gases tóxicos el 21 de agosto cerca de Damasco, advirtió por su parte contra los riesgos de una "guerra regional" en caso de acción militar occidental.
En Washington, empieza la campaña lanzada por el presidente Barack Obama para convencer al Congreso que dé luz verde la semana próxima para golpear a Siria. A tal efecto han sido convocados ante el Senado el secretario de Estado John Kerry, el jefe del Pentágono Chuck Hagel y el general Martin Dempsey, militar de mayor rango en Estados Unidos.
Obama ha invitado a responsables de las comisiones del Congreso a visitarlo el martes por la mañana en la Casa Blanca, donde insistirá sobre las consecuencias que una inacción ante Siria tendría sobre la credibilidad de Estados Unidos en el escenario internacional.
Pero los legisladores estadounidenses quieren enmendar significativamente las dos páginas de la resolución que elaboró la Casa Blanca, para subrayar claramente que ningún soldado estadounidense sería enviado a territorio hostil. En todo caso, la prensa norteamericana especula sobre las escasas posibilidades de éxito de la resolución.
LA "GRAN TRAGEDIA DE ESTE SIGLO"
Al margen de este debate sobre los alegados ataques químicos del régimen de Damasco, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, afirmó que "Siria se ha convertido en la gran tragedia de este siglo, una calamidad humanitaria indigna con sufrimientos y desplazamientos de población sin equivalente en la Historia reciente"
El número de refugiados sirios ha pasado en un año de 230.000 a dos millones, la mitad de ellos niños. "El único consuelo es la humanidad y la fraternidad que demuestran los países vecinos al acoger tantos refugiados y salvarles la vida", afirma Guterres.
Esta cantidad de dos millones está constituida por sirios registrados como refugiados o en instancia de serlo. A fines de agosto, la población refugiada ascendía a 110.000 en Egipto, 168.000 en Irak, 515.000 en Jordania, 716.000 en Líbano y 460.000 en Turquía. Un 52% de esta población son jóvenes de 17 años o menos. El ACNUR anunció el 23 de agosto que el número de menores sirios refugiados había superado el millón.
El ACNUR recuerda que unos 4,25 millones de personas están desplazados en el interior de Siria, según las estadísticas con fecha 27 de agosto publicadas por OCHA, la oficina de la ONU para la coordinación de asuntos humanitarios.
Tomadas en conjunto, estas cifras de seis millones de personas desarraigadas no tienen parangón en ningún otro país, subraya el ACNUR, que anuncia una reunión ministerial de los países de acogida para intentar reforzar la ayuda internacional.
Por otra parte, el parlamento francés debate el miércoles en sesión extraordinaria sobre una eventual intervención militar, aunque no está prevista ninguna votación, según el primer ministro Jean-Marc Ayrault.
"El pueblo francés no es nuestro enemigo, pero (...) en la medida que la política del Estado francés es hostil al pueblo sirio, ese Estado será su enemigo", replicó Asad en una entrevista al diario francés Le Figaro.
"Habrá repercusiones, negativas desde luego, sobre los intereses de Francia", amenazó el presidente sirio. "Existe el riesgo de una guerra regional. Medio Oriente es un polvorín, y el fuego se está acercando", añadió.
Entretanto, a tres días de una cumbre del G20 el jueves en San Petersburgo --donde no se espera una entrevista entre Vladimir Putin y Obama-- Rusia reiteró su oposición a cualquier acción militar contra su aliada Siria.
La canciller alemana Angela Merkel dijo por su lado el martes que espera se halle un consenso internacional sobre Siria en el G20, pero reiteró que su país no participaría en ningún acción militar.
Comentarios ()