Jan Karbaat, un médico holandés de 89 años, que murió el pasado abril, inseminó con su esperma a un gran número de mujeres que acudieron a su clínica de fertilidad. En vez de utilizar el semen que las pacientes escogían, el hombre lo cambiaba por el de él.
Luego de una prueba de ADN, realizada con la ayuda de uno de los hijos legítimos, se pudo constatar que Karbaat tenía 18 hijos, todos concebidos en su clínica.
Pero la cosa no para ahí, todavía hay 25 personas a la espera de una prueba que les revele si su padre es Jan, quien durante sus años como profesional atendió a unas 6.000 mujeres.
El diario El País de España, escribió sobre el tema afirmando: “La reputación del doctor Karbaat estaba en entredicho desde hace unos años. Su clínica, Bijdorp, situada en un suburbio de la ciudad portuaria de Róterdam, cerró en 2009 porque las autoridades sanitarias holandesas constataron que mezclaba semen de varios hombres para aumentar las posibilidades de embarazo, una práctica considerada prohibida”.
Además, Monikie Wassenaar, uno de los posibles hijos, dio a conocer lo que el holandés se refería a la situación en una reseña publicada por el diario Volkskrant.
Karbaat solía decir que “le hacía un servicio a la humanidad donando su semen y que por lo menos había unos sesenta hijos suyos por el mundo”.
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