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Militar estadounidense se disculpa por masacre en Afganistán

AP

22 de agosto de 2013 03:16 PM

El soldado estadounidense que masacró a 16 civiles afganos se disculpó el jueves por su "acto de cobardía", en un intento por tratar de convencer a un jurado militar de que le conceda alguna posibilidad de libertad condicional en el futuro.

El sargento Robert Bales afirmó que estaba a la vez indignado y asustado cuando salió de su base solo y empezó a matar a los habitantes de un poblado, en su mayoría mujeres y niños, en sus propias chozas, el 11 de marzo del 2012.

"Lo que hice fue un acto de cobardía", admitió. "Era una masa de miedo y de bosta y de bravuconadas. Lo siento mucho, mucho, por esa gente cuyas familias fueron arrebatadas".

Bales, de 39 años, se declaró culpable en junio en un intento por evitar la pena de muerte. Un jurado militar determinará si su cadena perpetua podrá ofrecer alguna posibilidad de libertad condicional.

El sargento dijo que estaba furioso consigo mismo por estar siempre indignado, tratando de ahogar sus problemas en alcohol.

Bales se mostró nervioso cuando se presentó como el último testigo en una audiencia en la que sus abogados trataron de trazar una semblanza compasiva de un soldado para contrastar sus propias admisiones y el testimonio de los aldeanos afganos sobre el horror que desencadenó.

El exjugador de fútbol americano Marc Edwards dijo al jurado que recordaba a Bales como un gran líder en su época de la escuela secundaria en Norwood, Ohio.

El jurado también oyó el testimonio de un oficial del Ejército que sirvió junto con Bales en Irak. El mayor Brent Clemmer consideró increíble que el soldado competente y positivo que conoció pudiera haber cometido tal atrocidad. "Entré en mi oficina, me serví un vaso de whisky y largué a llorar", confesó.

Un hermano del soldado que atestiguó el miércoles lo presentó como un estadounidense patriota, presidente de su clase en la secundaria y capitán del equipo de fútbol americano.

"No he conocido un padre mejor que él", afirmó William Bales, de 55 años, sobre su hermano menor.

La defensa siguió a dos días de testimonio de nueve afganos, que hablaron sobre sus vidas después de los ataques.

Haji Mohammad Wazir perdió once familiares, incluso su madre, su esposa y seis de sus siete hijos. Dijo a los seis miembros del jurado que los ataques destruyeron la que había sido una vida feliz. Él estaba en otro pueblo con su hijo menor, ahora de 5 años, durante el ataque.

"Si alguien pierde un hijo, imagínense lo devastadora que sería su vida", dijo Wazir, que recibió 550.000 dólares en pagos del gobierno estadounidense, sobre un total de 980.000 dólares en indemnización.

Los defensores de Bales, que dijeron que el soldado padecía trastorno del estrés postraumático, no interrogaron a ninguno de los testigos afganos.

De ser sentenciado a cadena perpetua con la posibilidad de libertad condicional, podría tener la primera oportunidad a los 20 años de prisión, aunque tampoco hay garantía de que se le otorgue. Recibirá cadena perpetua sin posibilidad alguna de libertad condicional a menos que por lo menos cinco de los seis jurados se opongan.

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