Cinco manifestantes opositores murieron y unos 300 más resultaron heridos el miércoles en enfrentamientos en Kiev con las fuerzas de seguridad, declaró una fuente de la oposición.
"Por ahora hemos contabilizado cinco muertos. Alrededor de 300 personas resultaron heridas", declaró el coordinador del centro médico improvisado de los opositores ucranianos a la radio favorable a la oposición Hromadske.
Según el portal internet Ukrainska Pravda, cuatro de los cinco muertos tenían heridas de balas.
Ambulancias trasladaban con urgencia a heridos para que recibieran atención médica, por lo que se temía un aumento del número de muertos.
La capital ucraniana vivía este miércoles una jornada de tensión máxima, después de que la policía antidisturbios lanzara dos asaltos contra los opositores concentrados en el centro de Kiev, en el cuarto día de violentos enfrentamientos.
Los fiscales dijeron que las víctimas recibieron disparos de arma de fuego y abrieron una investigación penal para determinar quién es el responsable.
EL primer ministro Mykola Azarov dijo que la policía no llevaba municiones y responsabilizó a los líderes opositores de las muertes.
Mientras, los tres principales partidos de oposición emitieron un comunicado en el que culpan de las muertes al presidente Viktor Yanukovych y a su devoto aliado, el ministro del Interior, Vitali Zajarchenko.
"El ministro del Interior, el sanguinario asesino Zajarchenko, es responsable personalmente de este aterrador acto de dictadura contra los ciudadanos", denunciaron los partidos en el comunicado.
La crisis política en Ucrania comenzó a finales de noviembre después que Yanukovych se negó a firmar un muy esperado acuerdo de cooperación con la Unión Europea. La decisión detonó protestas de 24 horas en la plaza principal de Kiev, donde los manifestantes han montado un enorme campamento de protestas.
La policía avanzó hacia los manifestantes cerca de un edificio gubernamental el miércoles por la mañana después de tres días de violentos enfrentamientos en las calles. Los agentes lograron desmantelar algunas barricadas instaladas por los manifestantes, pero se vieron obligados a retroceder luego que más manifestantes llegaron al lugar.
Para el mediodía, miles de manifestantes usando cascos y cubriéndose el rostro montaban nuevas barricadas con enormes bolsas de nieve a metros de distancia de las líneas policiales cerca de autobuses incendiados cubiertos de nieve.
La tensión aumentó la semana pasada cuando Yanukovych hizo aprobar una dura ley contra las manifestaciones, lo que provocó enfrentamientos callejeros contra la policía antimotines y autobuses cerca del Parlamento. Los manifestantes lanzaron piedras y bombas incendiarias Molotov y la policía respondió con gas lacrimógeno y balas de goma.
Oleksandr Turchynov, uno de los dirigentes opositores, pidió a los ucranianos que vayan al centro de Kiev para defender a su país. "Ucrania no se volverá una dictadura, seremos un país europeo independiente. Defendamos a Ucrania".
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