El nuevo primer ministro de Yemen Ahmed Awad Mubarak, designado el martes por el presidente, renunció a su cargo el miércoles debido a la oposición de los rebeldes chiitas que controlan Saná desde el 21 de septiembre, anunció la agencia oficial Saba.
El presidente yemení, Abd Rabo Mansur Hadi, aceptó la demanda de Mubarak "de ser relevado" de su misión de formar un nuevo gobierno, prevista por un acuerdo de alto el fuego alcanzado bajo la égida de Naciones Unidas, señala la agencia.
Esta decisión pretende "preservar la unidad nacional y proteger al país de las divisiones", según la agencia que cita una carta en la que el primer ministro explica las razones de su dimisión al presidente.
Los rebeldes huthis --conocidos oficialmente como Ansarulá, nombre del buró político del movimiento chiita-- aceptaron desconvocar las manifestaciones que habían prometido para el jueves, según la agencia.
El presidente yemení había designado el martes a Mubarak, hasta entonces jefe de su gabinete, para ocupar el cargo de primer ministro, según el acuerdo de tregua firmado el 21 de septiembre, el mismo día que los rebeldes chiitas tomaron Saná.
El acuerdo prevé el nombramiento de un ministro sin orientación política a cambio de la retirada de los huthis de la capital, paso previo a su desarme para participar en el proceso de transición política.
Pero los huthis rápidamente se opusieron al nombramiento de Mubarak al considerar que está lejos de "manifestar la voluntad del pueblo" y más bien refleja la del extranjero, en alusión al papel, según ellos, de Washington y Riad en la elección de este tecnócrata de 46 años para dirigir el gobierno.
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