Un tiroteo en la fiesta de cumpleaños de una joven de 18 años dejó dos muertos, otras dos personas en estado crítico y decenas de heridos luego de una escena caótica en la que algunos invitados saltaron por las ventanas para escapar de una casa en un suburbio de Houston.
Más de 100 personas, en su mayoría de 17 a 19 años, acudieron a una casa en Cypress, informó la oficina policial del condado de Harris. La invitada Shaniqua Brown indicó a The Associated Press que el festejo del sábado por la noche "no fue agitado ni desordenado en lo absoluto", y muchos de los asistentes bailaban cuando escucharon los disparos, que según la policía fueron efectuados entre las 11:30 p.m. y la medianoche.
Las autoridades dijeron que buscan a dos pistoleros.
Un hombre y una mujer murieron, uno de ellos en el lugar y el otro en el hospital. No se han dado a conocer sus nombres. Otras 22 personas resultaron heridas, con lesiones que van desde las causadas por arma de fuego hasta tobillos torcidos entre los que huyeron.
Thomas Gilliland, vocero policial, dijo el domingo que las autoridades intentan determinar el estado de salud de muchos de los heridos.
Los agentes se toparon con un "caos masivo" cuando respondieron a la llamada de emergencia en este barrio residencial a unos 40 kilómetros (25 millas) al noroeste de Houston, añadió Gilland, e indicó que "literalmente había jóvenes por todas partes". Según varios testigos, algunos de los asistentes saltaron por las ventanas del segundo piso en su urgencia por escapar.
Mariah Boulden dijo al periódico Houston Chronicle que era su fiesta de cumpleaños y que su hermano y otros revisaban a los que entraban en la vivienda con el fin de verificar que no estuvieran armados. Dos hombres se negaron a ser registrados y se fueron, pero al parecer saltaron la valla del vecino y entraron en la vivienda por la puerta trasera.
"Se suponía que no debían haber estado aquí, fueran quienes fueren", dijo Boulden.
Brown indicó que los disparos comenzaron en la casa y continuaron afuera cuando la gente comenzó a correr en busca de un lugar para parapetarse. Dijo a la AP que vio a uno de los pistoleros cuando ella corría hacia afuera para escapar.
Era posible ver charcos de sangre el domingo frente a la casa de ladrillo de dos pisos, y la puerta del garaje estaba torcida después de que la gente la levantó al intentar huir.
Karen Briones visitaba a unos familiares en el barrio, situado a unos 40 kilómetros (25 millas) al noroeste del centro de Houston.
"Las chicas lloraban y gritaban, golpeando las puertas de la gente para pedirles ayuda y que llamaran al 911", el teléfono de la policía para emergencias, indicó al periódico.
Un comunicado de la oficina policial indicó que los heridos fueron llevados por lo menos a cinco hospitales y centros médicos, algunos de ellos por los paramédicos y otros en vehículos privados. Gilliland mencionó que algunas personas fueron baleadas en los pies, tobillos y caderas.
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