Columna


No es a favor de Fedegán

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

14 de junio de 2009 12:00 AM

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

14 de junio de 2009 12:00 AM

Nada más destructivo que la mentira, desinformación o información malintencionada –aquella que esconde la intención; que no se para en mientes y arrasa de un plumazo las esperanzas de bienestar para la población. Por eso el Presidente de Fedegán no apoya opiniones infundadas. Su disposición siempre ha sido abierta al debate franco y argumentado. Quisiera entender que el anuncio publicado en el periódico El Tiempo de junio 12 de los corrientes, y auspiciado por Fedecoleche, Asoleche y la Andi, en el que se incita a la desobediencia civil bajo la consigna: “No al nuevo tributo parafiscal de $25 a favor de Fedegán”, desconoce las normas legales, directrices gubernamentales y acuerdos entre privados, con el auspicio y aval de la institucionalidad pública. Llamo la atención sobre una mentira del aviso publicitario –que no es una aclaración–, mientras se ejercen nuestros derechos como agremiación, al amparo de la Constitución y las Leyes. Los $25 por cada litro de leche vendido a la industria son un aporte que todos los productores de leche deberán hacer a manera de cesión, para capitalizar el Fondo de Estabilización de Precios (FEP). Con estos recursos se canalizarán los excedentes –que inundan el mercado– hacia la exportación o la población vulnerable, que no es abastecida por los canales formales. En ningún caso son para FEDEGÁN. Con este aporte –que sólo durará cuatro meses (120 días)–, se recaudarán unos $27.000 millones que podrá utilizar la industria para apalancar la comercialización de unas 10.000 toneladas de leche en polvo en los mercados de exportación o en mercados asistenciales, siempre y cuando se cumpla la condición de evacuar excedentes, que es el origen de reducir precios al productor. No olvidemos que la propuesta de los industriales era la de bajarle al productor en $65 por litro, una disminución de precio que es mucho mayor a la cesión de los $25. Con los $25 se comprará leche a la industria para la población de compatriotas vulnerables, que sólo puede tomar un vasito de leche cada tres días (consumo de leche procesada en estratos bajos) o que para muchos es su única oportunidad para consumirla. Este volumen es equivalente a unos 80 millones de litros, o 10 días de acopio formal de leche. Sólo así la cadena resolverá, de forma estructural, la comercialización de excedentes de leche en el país, evitando que sea el ganadero quien siempre termine pagando los platos rotos y las disminuciones indiscriminadas de precio, o peor, la suspensión de la recolección de su leche, como ocurre en varias regiones del país. Tampoco es un nuevo tributo, como intenta presentarlo el anuncio. Sólo el Legislativo impone tributos. El objetivo de gremialidad no se puede desvirtuar, y menos prohijar la desobediencia civil. ¿Qué tal que todos los empleados del país le enviaran una carta a sus empleadores notificándoles que “no autorizan el descuento de la retención en la fuente”? Hay que corregir las relaciones entre los productores y la industria, porque los productores no podemos trabajar para quien nos persigue y debilita para imponer, posteriormente, el precio de la leche a su antojo o a la conveniencia de su P&G. Tampoco nos digamos mentiras sobre el futuro. La evolución histórica de los precios de la leche al productor, lo ha demostrado con creces en repetidas oportunidades. *Presidente Ejecutivo de FEDEGÁN jflafaurie@yahoo.com

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