Columna


Becas: transparencia y responsabilidad social

PATRICIA MARTINEZ BARRIOS

17 de febrero de 2011 12:00 AM

PATRICIA MARTINEZ BARRIOS

17 de febrero de 2011 12:00 AM

El Editorial de El Universal del pasado 12 de febrero de 2011 (¿No es suficientemente negra?), abordó el caso de la señora Marta Amor Olaya, quien en columna de prensa publicada en las páginas de este importante medio (“Negreada o blanqueada”, el 5 de febrero de 2011), dijo sentirse discriminada y excluida en el proceso de selección de dos becas que otorga el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC) para cursar la maestría en Desarrollo y Cultura que ofrece la Universidad Tecnológica de Bolívar.

Por considerar que el punto de vista expuesto en el editorial genera confusión sobre el objetivo y la transparencia del proceso mediante el cual se otorgan estas becas financiadas con recursos públicos, hacemos las siguientes observaciones:
En primera instancia, recordar el objetivo y naturaleza de esta iniciativa. La beca se concibe como una acción afirmativa que tiene como fin posibilitar el acceso a este tipo de programas de educación superior a profesionales en situación de vulnerabilidad y desventaja económica. La beca está dirigida a personas afrodescendientes, vinculadas a organismos que trabajen por las reivindicaciones de esta comunidad, que sean de bajos recursos y preferiblemente mujeres.
En segundo lugar, queremos aclarar el proceso de selección y entrega de la beca. Durante tres años consecutivos los aspirantes a la beca han sido convocados y ésta otorgada con total transparencia.
En esta ocasión, como en las anteriores, la selección se hizo teniendo en cuenta los requisitos establecidos en la convocatoria pública. Éstos incluyen el ser afrocolombiano(a), preferiblemente mujer, demostrar trabajo entre comunidades afro-descendientes, y pertenecer a los estratos 1, 2 ó 3.
La convocatoria también indica que el aspirante deberá contar con el aval de una organización cuya misión se oriente a la defensa de las reivindicaciones de los afro-colombianos.
Ser afrodescendiente no es el único requisito para acceder a la beca: a esta condición se suma la trayectoria de trabajo a favor de comunidades afrodescendientes y la situación socioeconómica del aspirante.
En el caso particular de Marta Amor Olaya, se surtió el proceso regular de inscripción y evaluación de su hoja de vida, escrito motivacional y entrevista. Los resultados de este proceso reflejaron su excelencia académica y profesional. Amor Olaya cumplía con los requisitos para presentarse a la beca del IPCC y su condición de afro-descendiente no fue cuestionada; sin embargo, la intención y los criterios particulares de esta beca favorecieron a los otros dos aspirantes y los motivos fueron claros.
Las altas condiciones académicas y la trayectoria de los ganadores, Rudelsi Simarra Obeso y Rodrigo Miranda Márquez, evidencian sus aportes decisivos para el avance de la población afrodescendiente en la ciudad y la Región Caribe, y aunada con su situación socioeconómica, les hace indudables merecedores de las becas, otorgadas mediante un proceso responsable y transparente.
Reiteramos nuestro convencimiento de que este tipo de acciones afirmativas son necesarias para construir sociedades más justas y equitativas, pues se basan en el esfuerzo solidario y colectivo de la sociedad.

*Rectora de la Universidad Tecnológica de Bolívar

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