El editorial de El Universal del 4 de diciembre de 2015, titulado "Acuacar, un gigante modesto", me lleva a emitir el siguiente comentario: con todo el avance que se ha dado en el casco urbano de Cartagena, en cuanto a cobertura del servicio de agua y saneamiento básico, parte de la isla de Barú, particularmente el corregimiento de ese mismo nombre, sigue dependiendo, en gran medida, del suministro de "agua llorada" proveniente de pozos artesianos. A escasos 27 kilómetros del Canal del Dique y cuando ya se ha instalado el precioso líquido a otros asentamientos y negocios en la isla, el Distrito de Cartagena aún no contempla la posibilidad de llevar agua potable a esas 4.500 almas que han sido históricamente marginadas y olvidadas; y que, paciente, estoica y pacíficamente, han esperado por más de un siglo respuesta efectiva a una de sus más apremiantes necesidades: el agua. Para aclimatar la paz, anhelada por los colombianos, la inclusión social de comunidades como Barú es un acto de justicia que no da espera.
Nombre:Milcíades
Apellidos:Zúñiga
Cédula:c.c.No.9.056.754
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