El paro convocado por las asociaciones y sindicatos de taxistas a nivel Nacional, el pasado 29 de Julio es un total presagio de su extinción, los indicadores muestran que cada día los colombianos adquieren automóviles para su uso particular y familiar, de igual forma las empresas contratan el servicio de transporte especial para su movilización, para el caso de nuestra bella Ciudad de Cartagena, basta con observar el tráfico caótico en nuestras vías a toda hora, producto del incremento vehicular en circulación, lo que implica tácitamente que hay menos clientes requiriendo el servicio público de taxis, he observado muy detenidamente en la llegada de vuelos internacionales y nacionales que un alto porcentaje de viajeros los vienen a recoger al aeropuerto sus familiares en sus vehículos, y a los turistas los reciben las agencias de viajes para trasladarlos a los hoteles en buses y microbuses, disminuyendo la demanda del servicio en la estación, y que decir señores taxistas de la competencia ILEGAL-llamado también piratería, que tienen con las moto taxis, bici taxis, camperos, camionetas, etc., y su mayor preocupación debería estar centrada en la operación del sistema de transporte masivo Transcaribe, quien tiene proyectado la movilización de la mayor parte de la población cartagenera, en consecuencia el D.a.t.t. debe acabar con las estaciones de taxis colectivos de la matuna, sector india catalina, avenida Daniel lemaitre, avenida Venezuela y otras, que a la luz del código nacional de transito está prohibido prestar el servicio de colectivo ya que es de carácter individual, lo más seguro es que el señor alcalde decrete la prohibición del parrillero y la avenida Pedro de herdia o troncal será uso exclusivo de los buses articulados y padrones, en tal sentido la entrada del nuevo sistema de transporte disminuirá la demanda del servicio público individual de taxi, y no me voy a referir de muchos señalamientos en contra de taxistas, que prestan un pésimo servicio y qué decir de las recientes agresiones a mujeres por parte de conductores. Y lo más irónico del tema es la negación del servicio a sectores alejados del centro, aduciendo falta de seguridad, que absurdo, el usuario tiene que ir en la ruta del taxista, producto de ello aparece en acción el vehículo particular, el cual no tiene ningún impedimento para trasladar al usuario a su destino final, integrado en su conjunto por (Motos, Camperos, camionetas, etc.), y lo tildan de pirata ó servicio no autorizado, todo este tipo de transporte informal o ilegal nace, crece y se desarrolla por el abandono total de las empresas de trasporte público en muchos barrios de la ciudad, en complacencia e inoperancia de las autoridades municipales y nacionales, en fin cabe señalar que hoy no es lucrativo ser taxista y las empresas fijan altas tarifas de entrega. Insisten las autoridades en perseguir a los que prestan el servicio público especial en los hoteles y empresas, y eso que en Cartagena aun no ha llegado la plataforma tecnológica UBER.
De tal manera que señores propietarios y empresas de taxis, si quieren seguir en el negocio deben mejorar la prestación del servicio con calidad, presentación personal, amabilidad, respeto, seguridad, eficiencia, portar en forma visible la tarjeta de operación y tarifas oficiales, llevar al cliente a donde lo requiera, so pena de ser exterminados por la competencia, llámese Uber, servicio especial blanco, Transcaribe, acompañados de los ilegales o piratas.
En tal sentido a las autoridades de tránsito implementar el taxímetro, vigilancia y control a las empresas de taxis, correo electrónico para recibir sugerencias, quejas y reclamos, verificar antecedentes de los conductores, sancionar los taxis con trapos y vidrios oscuros, establecer programas de capacitación y profesionalización al conductor de taxi.
VICTOR MANUEL PELAEZ
CC, 73.110.075 DE CARTAGENA
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