A propósito del proceso de paz en curso y el vuelco de la mirada de la economía hacia el sector agropecuario, recordemos que el departamento de Bolívar no es solo el Bolívar cartagenero industrial, portuario y turístico y enfoquemos nuestra atención un poco más hacia el sur. Sí, señores, para aquellos que ya lo habían olvidado tanto como el Estado, Bolívar también tiene sur. Un sur encantador, bonito, fértil y biodiverso, tan biodiverso como rezagado y a su vez tan rezagado como rico. Gran parte de su extensión territorial comprende la Serranía de San Lucas, una formación montañosa con una extensión de 16.000 km² y alturas que oscilan de 0 a 2700 msnm, la que representa uno de los ecosistemas más ricos del país donde se pueden encontrar desde osos de anteojos hasta múltiples especies de aves de Sur y Centroamérica, muchas de ellas en vías de extinción, por lo que, de hecho, se clama la creación de un parque nacional en la zona. Esta serranía conforma, además, el centro económico de la región donde se llevan a cabo actividades económicas primarias, tales como la minería, la agricultura y la explotación maderera. Sin embargo, éstas se llevan a cabo de forma muy rudimentaria y la falta capacitación, orientación y recursos se hace más que evidente, lo que adicionalmente impacta en el detrimento de la salud de los trabajadores. No debemos entonces subutilizar el potencial económico del área rural, mucho menos relegarla ni dejar el progreso de la floreciente Cartagena solo en Cartagena. La economía del departamento de Bolívar necesita desarrollarse en su totalidad, aprovechando las potencialidades de su vasta extensión, tierras fértiles, riquezas hídricas y mineras trayendo con esto beneficio a todos sus habitantes; y el Sur, con más de la mitad de la extensión territorial del departamento, debe ser, sin duda, parte de ello. Resulta ilógico seguir transportando toneladas de alimentos de otras regiones del país, que fácilmente podríamos sembrar aquí en suelo propio y, ¿por qué no?, exportar a otros países aprovechando la eficiente infraestructura portuaria con la que contamos. Sin embargo, la conectividad en materia de vías es un factor indispensable a intervenir para alcanzar estos ideales, así como para mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes, lo que es sin duda nuestro motor, pues el factor vial no sólo afecta la economía sino que determina otros puntos tan críticos como la accesibilidad al sistema de salud por ejemplo. A pesar de las múltiples falencias existentes y desafíos, Bolívar, aun separado por su propia riqueza hidrográfica y la falta de infraestructura vial, se consolida hoy, junto con su capital, como la cuarta economía nacional.¿Qué lograríamos entonces con una adecuada integración departamental? El puente de la reconciliación que va a conectar, por vía terrestre a Mompóx con Magangué y que va en un 25% de ejecución, con certeza nos dará un bosquejo en materia de infraestructura. Depende de nosotros colorearlo de progreso.
Nombre:Andrés
Apellidos:Guillermo
Cédula:1.047.475.427
Comentarios ()