Acabo de leer la columna “Un taco de dinamita”, por Rubén Darío Álvarez. También leí las notas relacionadas con el reciente Congreso de afrodescendientes. Este congreso me pareció positivo, porque, por lo que pude enterarme trataron temas constructivos. Pero, al leer esta nota, me causa asombro o decepción. Me pregunto: ¿es que estamos de nuevo ante un movimiento racista? Y, analizando las palabras del autor de la columna, se me ocurre proponerle lo siguiente: ¿por qué no dinamitamos también las murallas, baluartes, fuertes, el Centro Histórico, iglesias, etc.? Rompamos todo, hasta los convenios entre la Universidad de Cartagena y la Universidad de Sevilla o la complutense, donde van nuestros afamados profesores a adquirir maestrías y subir de categoría. De paso, decirle al gobierno español que no rescate más ningún bien patrimonial del centro y que se lleve a los centros de cooperación que mantienen en América Latina. Que el señor Álvarez gestione y reemplace estas actividades con los gobiernos de África. Cuánta doble moral.
Nombre:Delia
Apellidos:Céspedes
Cédula:CE65423
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