Buzón


Los negros en las administraciones públicas

No hay peor enemigo del negro que el mismo negro. Desastroso y triste lo de los negros en las administraciones públicas. O si no, pacense por  los centros neurálgicos de asentamiento de sus conglomerados étnicos y se convencerán por sus propios medios acerca del mismo peladero como panorama patético de haitianización. No siendo otro motivo sino lo de esos negros formarse en academias por finalizar sirviéndole a la tradicional podredumbre del hampa consuetudinaria del saqueo de aquellos caudales destinados a su propia etnia, donde de hecho estos negros han de ser condotieros de quinta, pero viéndoseles cual señoríos de la impunidad habitando el barrio confortable. Y por supuesto que en aquel confort de exclusivos sectores residenciales no se va nunca ni el agua ni la luz, y el camión de la basura siempre llega a tiempo. En pocas palabras un apartheid de negros contra los mismos negros.
Hace poco en un escándalo de deshonra e indignidad sin precedentes en Cartagena-Bolívar, uno de estos líderes negros prestó la fundación supuestamente representativa de los suyos, con el insano objeto de que el amo blanco gobernante lavara un infame robo contra su gente, donde el amo blanco posesionado en arrogancia delictiva les vino a dar trato de gargajo de perros permitiéndoles apenas el cucayo, las sobras de aquel caldero saqueado.
Y el hermano espoliado, escupido, traicionado por sus hermanos te responderá cuando se indaga por sus dirigentes diciéndote--: ah, sí, a ellos los encuentra a toda hora en cualquier café de esos de  postín  de la ciudad.

Da la impresión como si padeciera un arrastre de salación la Cartagena nuestra, la negra, caballero la del Joe Arroyo; una fatalidad caminándole hace rato gracias a cierta proclividad de sus hijos en mancillarla menospreciándola porque la misma no se les parece a lo de…y de Castilla. Entre muchas de sus desgracias lo de haberle tocado hace poco el turno de administrarle su respeto a uno de sus hijos ¡no! Ni p’a que les cuento. Pobrecito, todos lo vieron vía satélite balbuceando lo de yo soy el primer alcalde negro de aquí; algo de --tierra trágame---al no permitirle su carimba, su grillete mental darle posibilidades de expresar otra cosa delante del presidente negro de los gringos. Hasta morirse de manera vertiginosa llevándose a los infiernos sobre sus hombros el prontuario criminal del amo que le condujera a tan vil felonía.
Ahora muchos de sus áulicos, a quienes dejó en puestos del manejo de la torcida, y precisamente en vísperas de elecciones, fungen de falacia caudillista por no otro asunto sino lo de presentar resultados al padrino, o ése intocable amo blanco del cual dependía el occiso. No hay reversa. Ya el daño está hecho, un daño que bombea una orden, un registro desde el parietal al cerebro hemisférico hace más de cuatrocientos años.

 


Nombre:PEDRO

Apellidos:JULIO

Cédula:9070771 de Cartagena.

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