Al menos el poeta Arthur Rimbaud, se refería al ‘tiempo de los asesinos’. No obstante, en lo relacionado a la corrupción percibiéndola en Colombia, el momento de Rimbaud, no pasa de un inofensivo performance. Puesto que con lo de ahora siendo el ‘Tiempo de la Coima’, va de manera tenebrosa esfumándose el dinero de la salud y la educación de los ciudadanos. Pensar que intelectuales, de entre los mismos, un sinnúmero de la roja, pero que de la rojísima izquierda, bien conocen a cabalidad acerca de ese usual esquema de un triángulo delictivo moviéndose como pez en el agua alrededor del saqueo de los caudales públicos, donde los intelectuales que no hacen parte, pues, suelen guardar silencio, cuando a la larga quien calla otorga. Y nadie más sino esos intelectuales conocen lo de aquella lacra de sus amigotes funcionarios públicos.
Como una directora de Instrumentos Públicos en Cartagena legalizando tierras obtenidas con derramamiento de sangre. Amigotes teniendo siempre la autoridad de otorgar a empresarios jugosos contratos del Estado. Caso específico las favorecidas ‘familias’ de abigeos dueños de instituciones en Cartagena, capaces de ejecutar esos proyectos, pero no de ganarlos en licitaciones abiertas, limpias y realmente competitivas, sino por medio de trucos y componendas. Muchos intelectuales, y de entre esos muchos, se ve a los que guardan silencio, cuando a la larga quien calla otorga.
Entonces unos y otros que al hallarse sumergidos en el mismo sumidero, siempre van a tener y han tenido conocimiento del “bagman” que negocia con los empresarios a nombre de la misma lacra de funcionarios públicos, hasta recibir el dinero de la coima, lo reparte y se queda con una tajada. Y, a todo momento se le ve a dicho “bagman” negociando con funcionarios públicos sean hombres y mujeres, no quedándose nadie atrás, ahora que tanto joden con eso del fokin género. Entonces a toda esta honorabilidad se le ve participar en la mutilación definitiva de Cartagena, con la venta de las casas del centro histórico y Getsemaní.
Donde esta misma escoria de honorables saqueadores del erario, nunca va a dejar de encontrarse ----catapultada--- por ‘algunos’ escritores y brillantes intelectuales eternamente prestos en elevarles, de manera vertiginosa, a títulos de historiadores, e investigadores, que de paso, aquel desbordado hiperbolismos de prólogos sobre esperpentos que dichos bandidajes escriben y editan. Unos prólogos donde Faulkner y Balzac quedan pendejos. Por favor escritores y brillantes intelectuales, no mamen, y al menos por simple decoro y un mínimo ápice de vergüenza, ya, regresen a su cascara de crustáceos. Pónganse serios.
Pero llegando a ser lo más oprobioso, donde esos escritores y brillantes intelectuales, se atreven condecorar a semejante basurero, a partir de los sagrados nombres de muchos de nuestros altísimos valores en literatura y poesía. Lógico, previa sobada de dinero bajo la mesa por parte de aquellos facinerosos lo más de honorables.
Nombre:Pedro
Apellidos:Julio
Cédula:9.070.771de Cartagena.
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