He pretendido utilizar este breve espacio con referencias sutiles a Borges quizás, o a su entrañable amistad con Bioy Casares con quien sorprendentemente solía bromear, según lo narra el propio Bioy en una entrevista que levita en la web; aludir a una mera anécdota cartagenera, a palabrejas que ya son anacronismos como aguajero o cují, o a la angustia terrible que me causa ahora ver la manera como se matan los árboles en esta ciudad. Ha sido en vano, tal vez en otro tiempo ello sea posible con total impunidad.
Al contrario, se me impone el crudo lenguaje de la denuncia respecto del tema de Bazurto: Durante el último año hemos declarado la usurpación de los predios que en dicho sector tiene en propiedad el Distrito y decíamos que conforme a un documento elaborado por la Universidad de Cartagena y que reposa en la Secretaria de Infraestructura, de 19 hectáreas de terreno, hoy el Distrito solo cuenta con unas 6.5 hectáreas por razón de la indebida apropiación que han adelantado particulares a ciencia y paciencia de sucesivos gobiernos, en desmedro del patrimonio público.
La constatación física permite acreditar que ya el Distrito no cuenta con las precarias 6.5 hectáreas a que alude el estudio. En efecto, hemos llegado al colmo de que la infraestructura del mercado Público viene siendo demolida por algunos particulares para construir bodegas y edificios respecto de los cuales se reclaman luego derechos de legitimidad para hacer titulaciones o impetrar indemnizaciones. Estas circunstancias han sido puestas en conocimiento de las autoridades de control urbano a fin de que se paralice el avance de estos hechos que atentan contra los bienes que pertenecen a todos los cartageneros.
Se dice más, sobre espacios públicos, andenes y parqueaderos construidos por Edurbe sobre la transversal 26 en el marco del programa de revitalización de Bazurto adelantado en el año 2010, particulares han construido locales en material a manera de “boutiques” sin que medie autorización alguna.
La cuestión no es de poca monta puesto que el traslado del Mercado de Bazurto, que está en marcha, es una moneda de dos caras, pues una vez que el comercio de productos agroalimentarios pase a la Central mayorista y a los mercados minoristas (el primero Santa Rita, que ya ha sido adjudicado y contratado), en el sector debe implementarse una operación de renovación urbana que conforme el artículo 5º del decreto 1490 de 2007 de la Alcaldía Mayor de Cartagena tiene como misión “Fungir como parque interactivo de la cultura, la ciencia y la tecnología, punto de intercambio de sistema de transporte masivo urbano multimodal de pasajeros y otras actividades residenciales y comerciales”. Así pues, en la medida en que se menoscabe la propiedad que sobre dichos predios tiene el Distrito, menor será la capacidad de maniobra que tendrá la Alcaldía para implementar el proyecto de renovación que es inaplazable.
Autoridades y ciudadanos debemos adquirir mayor compromiso frente a estas situaciones.
danilocontreras9@hotmail.com
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