Cuando se considera que una situación llegó al límite utilizamos la frase “esto ya tocó fondo”, casi siempre en analogía de aguas profundas.
Y es que precisamente salir de ellas no es la morisqueta más simple que el rostro pueda expresar; caer al fondo solo es posible para el que no sabe nadar y aunque sabiendo con la complacencia y la distracción de un factor externo, bloquea su armonía motriz y se sumerge.
Tocar fondo es la insinuación más grande y vergonzosa que a los hombres públicos, gremios y ciudadanos de bien nos pueda ocurrir. Literalmente en los drenajes pluviales del Centro Histórico y los barrios, palpamos las profundidades sin que avizoráramos una solución estructurada que se quedó en el discurso y en las pataletas individuales, donde con fotos y frases ponzoñamos sectores que hacemos responsables sin que hasta el momento, los de la competencia propongan soluciones, ahogando el grito ciudadano en el verano. “Menos mal está bajito porque hay veces que se sube más”.
Qué importante conocer propuestas como la del ingeniero Civil, Alfredo Pineda Corena, quien en su escrito denuncia que las alcantarillas agrandadas en la construcción de Transcaribe, que desaguan en la ciénaga de Chambacú y Bahía de las Ánimas, no han tenido mantenimiento y que hoy se deben poner a funcionar las estaciones de bombeo de la Aduana y Parque Centenario, y también limpiar todo el sistema de alcantarillado pluvial para mitigar las inundaciones del Centro Histórico.
El daño de muebles y enseres de los hogares que se inundan, el bloqueo a la movilidad, el decrecimiento del turismo, el golpe a la economía formal e informal, la disminución de ingresos y daños al transporte público, son suficientes razones para tener respuestas y soluciones.
Solicitamos al nuevo secretario de Planeación, urbanista de formación y preparado para el desarrollo de la ciudad con base en el turismo, que nos informe a los ciudadanos y al Concejo las alternativas del banco de proyectos distrital identificadas con la modalidad del método admisible hoy por Planeación Nacional, y definirnos públicamente cuántos están radicados en el DNP.
La ciudad desea conocer el estado del Plan de drenajes pluviales aprobado por el Concejo, como también los recursos invertidos en estudios para esta megaobra a partir del estudio de la firma HIDROTEC, y solicitar al mismo DNP si ya tiene los recursos para los estudios de las zonas de riesgo de nuestro POT, que frena muchas de estas megaobras. Si la radicación de los proyectos permite, solicitamos a los amigos congresistas del Departamento de Bolívar que antes de culminar el cuatrienio para el cual fueron elegidos, sumen fuerzas sin distingos de colores para ir obteniendo los cupos de inversión regional que pudieran gestionar.
*Concejal de Cartagena
COLUMNA DEL CONCEJO
protocoloconcejodecartagena@gmail.com
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