Columna


Alharaca con sentido

CARLOS VILLALBA BUSTILLO

03 de febrero de 2013 12:00 AM

CARLOS VILLALBA BUSTILLO

03 de febrero de 2013 12:00 AM

En su primera entrevista como presidente del Consejo de Estado, el doctor Alfonso Vargas Rincón declaró que el debate sobre las pensiones es una alharaca sin sentido. Al contrario, es una alharaca con mucho sentido porque los fondos privados de cesantías y pensiones la atizaron con la esperanza de que, aupada por el escándalo de las “mesadas millonarias”, la reforma pensional que se prepara les trajera el estofado de billetes que se sumará al paté de millones que obtuvieron con la liquidación del Seguro Social.
De modo que la alianza medios-fondos privados aseguró la voluntad de una Corte Constitucional que pondrá al servicio de la red oligopólica de la economía todo lo que se aporte y recaude para las pensiones futuras. ¿Quiénes son los inversionistas de esos fondos privados? Los mismos inversionistas de un número considerable de medios de comunicación que alborotaron el avispero que un día valía $427 billones y al otro sólo ahorraba $56.000 millones al año.
De modo que tres magistrados guiados por la búsqueda de ocho días de pantalla y letras de molde serán los ejecutores candorosos de un designio de manipuladores insaciables que ojalá no termine en otra pirámide que les quite el campeonato a DMG y a Interbolsa. Bancos, periódicos, fondos, fiducias y otros vertederos de especulación se ayuntaron para que 822 pensionados fueran los chivos expiatorios de uno de los zarpazos mejor programados de la oligarquía financiera.
Suprimiendo el régimen de prima media con prestación definida –que vendría después del leñazo a los derechos adquiridos– el sistema financiero (dos o tres magnates) se tomaría el total de la población pensionada o con vocación jubilatoria, y duplicaría de ese modo el monto de los depósitos que maneja en la actualidad: $100 billones de un modelo de ahorro pensional que cuenta con treinta mil pensionados, pero también con diez millones de afiliados que son los que han aportado esa torta billonaria.
¿A qué obedecería la supresión de la prima media?
A que los fondos de los cetáceos que la buscan especulan con el dinero que captan en el mercado de valores, y mientras el Estado subsidie con su presupuesto ese régimen de seis millones de aportantes y con mesadas pensionales que fluctúan entre el 60 y el 80 por ciento de lo devengado en los últimos diez años de trabajo, no pueden aumentar la ración. Y esa dificultad, con gobierno amigo y que marcha, hay que apartarla por perniciosa.
Ya veremos que después del baño mediático de los magistrados, y del estrépito con el cual se abrió la trocha para lesionar los derechos adquiridos, toda la parafernalia adelantada por el Ministerio del Trabajo con el fin de aclimatar la reforma pensional conducirá a la supresión del régimen de prima media, matizada con unas cuantas normas que suavicen la maroma y satisfaga a los pensionados del futuro.
Todo eso precedido de una sentencia con efecto retroactivo. Después dicen los críticos proguerrilla que en Colombia no hay colaboración armónica entre el Ejecutivo y el Judicial, con la Dirección Técnica del cacao que más puja. Pero ese sería un debate entre dos clases de subversión.
ÑAPA: ¿Qué empresa fiduciaria tendrá a su cargo el programa de las cien mil viviendas?

*Columnista

carvibus@yahoo.es

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