Columna


Balde de agua fría

CARMELO DUEÑAS CASTELL

27 de agosto de 2014 12:02 AM

La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), descubierta hace más de 150 años, adquirió renombre por destruir la carrera y llevar a la muerte a Lou Gehrig, famoso jugador de los Yankees. La ELA se caracteriza por un compromiso progresivo neuromuscular que debilita hasta afectar e impedir deambular, respirar y tragar, pero sin comprometer el intelecto ni los sentidos. Así, el paciente queda paralizado y consciente. El mejor ejemplo es el genio físico Stephen Hawking. La enfermedad no tiene cura y la mayoría de pacientes fallecen antes de 5 años.

Los pacientes comparan sus síntomas con someter el cuerpo a muy bajas temperaturas, como si les cayera un balde de agua fría. Por ello Pete Frates, de 29 años y con diagnóstico de ELA desde el 2012, y sus amigos, propusieron el ya famoso reto del balde de agua fría para llamar la atención mundial y recoger dinero para investigar esa rara enfermedad. Ya se han recogido millones de dólares.

Baldes de agua helada para Cartagena. Sí, al ver el juicioso informe de Cartagena Cómo Vamos nos caen dos baldados helados. Uno ante el grave deterioro de los últimos años. Resumiendo numéricamente el informe tenemos que decir que de 51 indicadores hay 22 en rojo y 10 en amarillo. No sólo no logramos las metas sino que en algunas áreas, como educación, retrocedimos mucho. El otro balde de agua fría nos cae cuando nadie es responsable de los desaciertos. Los de ayer dicen que a ellos no los dejaron hacer o que lo encontraron así, y los de hoy dicen que no han tenido tiempo. La culpa, si es de alguien, es de nosotros. Nosotros que, paralizados por la desidia, los hemos padecido por décadas y aún así los elegimos y aceptamos: el baldado de agua helada de la violencia e intolerancia diarias; la parálisis de la corrupción y las obras inconclusas; el agua helada del sin sentido de pertenencia; la parálisis por la inmovilidad caótica diaria y sin causa. Y hablamos, y así también nos parecemos a muchos que aceptaron el reto del balde, se publicitaron y al final nada donaron.

El balde de agua fría nos ha caído a todos los cartageneros y nos tiene como andamos hace años, congelados, paralizados en la inacción, detenidos como lo está ahora nuestro emblemático reloj público.  

Ustedes han visto que luego del baldado de agua la persona tiene derecho a retar a otros. Bueno, en este caso el reto es para el alcalde, quien en el poco tiempo que le queda debe, al menos, cambiar la tendencia y dejar en marcha un proceso. El reto, también, es para dirigentes públicos y privados, para que pongan los intereses de la ciudad por encima de los propios. Y claro, el reto es para todos, para que asumamos como propias las tragedias de Cartagena y dejemos de ser parte del problema y nos convirtamos en generadores de soluciones.

*Profesor Universidad de Cartagena

crdc2001@gmail.com

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