No soy dado a comunicar a los lectores los aplausos o insultos que recibo motivado por mis opiniones, -aun cuando nieguen- pero este que me concedió el ex representante a la cámara por Sucre y ex presidiario por paramilitarismo, Jorge Luis Feris, fue particular; en un asunto subgeneris decidió llamarme muérgano, doy por recibida su dantesca denominación.
Es de anotar que el ex presidiario Jorge Feris, -bastante cuestionado- es cuñado de uno de los señalados en la banda de los cuatro, que delincuencialmente actuaron- según diversos señalamientos- desvalijando a Sucre, el “cuñadito” es David Elias Guerra de la Espriella, alias “el pichi”, al parecer reconocido comisionista de la administración del exgobernador de Sucre, Julio Guerra, el otro integrante de dicha banda, junto a su señora “la patrona de la mochila azul”, María Victoria Sotto de Guerra y su cómplice “sicarial” Rildo Herazo. De los cuales las autoridades de justicia están en deuda de darle resultados a los sucreños. El actuar delictivo contra las oportunidades de un pueblo, con todo lo que acarrea, gradúa a los protagonistas de bandidos o criminales y así hay que tenerlo presentes, sin consideración alguna. ¿Creen son bien llamados así, aun cuando algunos les digan héroes?
El olvido en lo negativo en el ser humano, no existe, eso es inventado. Si a usted le agredieron en su esencia, por muy bien que esté con la otra persona, siempre tendrá su incomodidad al respecto, aún de manera inconsciente. ¿Qué hay que sobrellevar la situación? Se hace, pero lo del olvido...
Puedo perdonar a la guerrilla criminal asesina de mi padre, cuando apenas era yo un joven saliendo de la adolescencia, ¿pero olvidar? Álvaro Uribe perdonaría igual a la guerrilla ¿pero olvidar? aseguro que no. Los hijos de Luis Carlos Galán se pueden sentar con el hijo de Pablo Escobar Gaviria y compartir un documental, ¿pero olvidar? vuelvo a asegurar que no.
El más cristiano de los padres de los niños víctimas del pederasta Garavito, puede ante los ojos de Dios perdonar al demoniaco individuo, ¿pero olvidar? seguro que no.
El ex ministro de justicia Yesid Reyes, puede perdonar al M19 y sus integrantes como Gustavo Petro y Antonio Navarro Wolf, pero cada vez que los ve, se acordará del padre que le arrebataron en la criminal toma que hizo el M19.
¿Por qué Sucre tiene que olvidar, el accionar delictivo de muchos de sus gobernantes, siendo el más reciente Julio Guerra y su hampona banda? No veo el motivo por el cual procesos judiciales contra esa administración como el D-2014-84-706486, D-2013-651-608414, D-2015-651-770293, D-2013-84-575587 entre otros, que están relacionados contra contratación estatal y moralidad pública, tengamos los sucreños que echarlos al olvido.
¿Olvida Francisco Santos su secuestro? Aseguro que no; es más, el solo pensar en la altísima posibilidad de haber dejado a sus hijos huérfanos a tan corta edad y viuda a su esposa, le revuelve el alma y eriza la piel. El perdón existe, ¿pero el olvido?
Todos estos ejemplos conducen al ejercicio de confrontarnos con la verdad de nosotros como seres humanos, sin ambages y poder tener la oportunidad de continuar un camino con transparencia, porque el cargar los recuerdos y reconocerlos, hace parte de ese intento de trasegar limpio. No es alimentar el rencor, no; es algo muy diferente no olvidar a perdonar, anotando que el recordar no es a cada instante. Apoyo el perdón.
Coletilla: Jesús Paternina, ex alcalde de Sincelejo, alias el “mono papayo” y sus papeles de Panamá y mágicas riquezas hay que sumarlos a no al olvido. Basta de tanto atropello.
Gustavo Montes Fernández
gusmonfe@hotmail.com
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