Desde hace algún tiempo el concejal Andrés Betancourt impulsa una iniciativa que busca recoger firmas con el propósito de radicar un proyecto de acuerdo que impulse el uso de las bicicletas como medio de transporte público.
Muchos son los que apoyan, y muchos son los detractores. Que el concejal tiene intereses, que es una estrategia política, que es una utopía y que en esta ciudad no aplica ese tipo de proyectos por no tener ciclorutas, en fin.
Esta no es la primera vez que en Cartagena se habla de este tipo de proyectos, pero sí es la primera vez que desde el gobierno se propone una iniciativa tan ciudadana y tan saludable. Y estoy seguro, es la primera vez que puede lograrse, pues la opinión ciudadana puede respaldarla.
En Latinoamérica existen dos países que se destacan en materia del uso de la bicicleta, y uno de esos es Colombia. En Bogotá, hay más de 120 kilómetros de ciclovías, por las que circulan alrededor de 2,2 millones de personas, la tercera parte de la población de Bogotá. El otro país es Brasil. En Río de Janeiro hay 100 kilómetros de vías exclusivas para bicicletas y sigue creciendo el espacio destinado para ello.
Este modo de transporte tiene múltiples ventajas respecto a otras formas de desplazamiento. No produce emisiones de ningún tipo y, por tanto, no causa ningún daño al medioambiente. Se ha probado, que desplazarse en bicicleta resulta saludable para quien lo hace. La bicicleta representa ahorro económico para quienes la utilizan e incluso los costos de mantenimiento también son razonables, y la infraestructura necesaria para introducirlas al equipamiento urbano es menos costosa en comparación con otros medios de transporte.
Para los que dicen que el clima no se presta para este tipo de proyectos, el clima seco resulta mucho mejor, pues en zonas lluviosas se reduce el uso por la lluvia. En países europeos como Suecia y Alemania las condiciones climáticas no son mejores que en España, y el uso de la bicicleta es casi tres veces mayor con un porcentaje de uso del casi el 80%.
Cartagena, aunque no posee actualmente una infraestructura adecuada para el uso de bicicletas como medio de transporte público, pero la planeación y construcción de ciclorutas, se hace fácil y rápida por los terrenos relativamente planos. Promover el proyecto como medio alternativo de transporte acompañado, claro está de alternativas de mejora e integración de zonas verdes, siembra masiva de árboles, zonas de hidratación estratégicamente ubicadas, un programa educativo para usuarios entre otras medidas, contrarrestará los efectos adversos y dará sostenibilidad al proyecto.
¿Cuáles son las medidas locales de compromiso ante el cambio climático ya no potencial sino real que debe afrontar una ciudad costera como Cartagena?
Debemos estimular la adopción de conductas saludables, procurar la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas del mañana e incentivar medios de transporte más amigables con el medioambiente. ¿Cuáles de los mecanismos de desarrollo limpio, contemplados en el protocolo de Kyoto estamos implementando en la ciudad?
Aplaudo la iniciativa el concejal y doy la bienvenida a proyectos como el transporte público en bicicletas, necesario en ciudades que crecen a pasos agigantados y que ya sufren los estragos de la contaminación y estrés asfixiante. Ante los cambios de otras latitudes, en Cartagena nos quedaremos rezagados como siempre?
Docente Universitario
alvaroquintana@gestores.com
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