El diario El Universal ha venido activando las alarmas con relación al gran desafío que debe hacer frente el planeta debido al cambio climático que afecta directamente a Cartagena, y el señor almirante, William Porras, en uno de sus escritos titulado Cartagena naufragará, hace referencia a los diferentes estudios científicos presentados por la Universidad de Holanda.
Colombianos y extranjeros muestran cómo Cartagena se hunde mucho más rápido que el resto del Caribe por estar construida sobre terrenos volcánicos (volcanes de lodo), por el deshielo de los polos, y el posible impacto ocasionado por las nuevas profundidades del canal de Bocachica, constituyéndose en una amenaza real para la ciudad de Cartagena, que la cubrirá de agua en un tiempo no muy lejano, por lo que consideran que la ciudad naufragará.
Esto implica que la prioridad del momento sea el planeamiento y desarrollo de defensas para enfrentar esta realidad. El último informe del National Geographic publica, que debido al incremento de emisiones de CO2 a la atmósfera, se está aumentando la temperatura en la tierra, ocasionando el deshielo global, y por consiguiente el aumento del nivel medio del mar.
Esto originará: inundaciones y mareas devastadoras, veranos calurosos, inviernos más templados, y que ciudades cercanas a las costas desaparezcan bajo la superficie marítima si no se toman a tiempo medidas acertadas para hacerle frente a esta gran amenaza. Razón tiene de sobra el editorialista de El Universal en su escrito “Mareas invasoras”, al alertar y destacar que: “El problema es muy grave y no se arreglará solo, además empeorará a diario”.
En la ciudad de Venecia se invirtieron considerables sumas de dinero para la construcción del megaproyecto de compuertas y rompeolas para enfrentar los efectos del aumento en las inundaciones debido al incremento del nivel del mar Adriático.
Cartagena requiere con urgencia un estudio serio de expertos que analicen e integren todos los medios disponibles como por ejemplo: tajamares, barreras, rompeolas, compuertas, esclusas, posibles infraestructuras como las que controlan las diferencias de nivel a la entrada de los puertos holandeses de Rotterdam y de Amsterdam.
Todo lo anterior es con el fin de controlar el incremento de la entrada de agua de mar a la bahía, porque la solución debe ser integral y no sectorial.
Señor alcalde, esperamos que estas advertencias y alarmas oportunas tengan la máxima prioridad de su parte, que su despacho lidere la solución urgente y acertada para enfrentar la amenaza anunciada, que no da espera.
Aún estamos a tiempo para blindar integralmente la ciudad para que las generaciones presentes y futuras no la vean naufragar.
Roberto Serrano*
*Almirante (RA) Excomandante Armada Nacional.
almiranteserrano@yahoo.com
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