Columna


Blix y Chilcot

DARÍO MORÓN DÍAZ

09 de julio de 2016 12:00 AM

El inspector de armas de las Naciones Unidas, en el año 2002 era el diplomático sueco Hans Blix, el mismo que informó a ese organismo que Irak no poseía armas de destrucción masiva como afirmaban el presidente George W Bush, Tony Blair y José M. Aznar. No obstante las fuentes del gobierno Bush desprestigiaban por todos los medios a Blix, que en varias ocasiones se quejó de la sistemática difamación a la que fue sometido por parte de funcionarios del Pentágono, con relación a la búsqueda de esas supuestas armas, principal argumento usado por los miembros de la coalición.

Él agregaba que los “informes de inteligencia” que le enviaban desde Washington eran falsos y sólo buscaban justificar la invasión debido al interés del consorcio por los extensos yacimientos petroleros en Irak. La consigna era arrebatarle el petróleo a los iraquíes, riqueza que debían manejar los Estados Unidos y Gran Bretaña. Es preciso recordar que el Parlamento inglés no era ajeno a la situación, los miembros del laborismo, la colectividad del Primer ministro sabían que la invasión a Irak se basó en mentiras prefabricadas, liderada por el triunvirato Bush, Blair y Aznar.

Los analistas internacionales de la época, que no eran aduladores de la coalición de Bush y Blair, sabían la realidad. Finalmente Irak fue invadido, se eliminó a Sadam Hussein, el interés guerrerista se impuso.
Ahora, catorce años después John Chilcot, Miembro del Consejo Privado del Reino Unido, descubre el agua tibia y repite lo que Hans Blix ya había afirmado en 2003, que Tony Blair apoyó esa guerra con argumentos falsos como el de la existencia de armas de destrucción masiva, que nunca se encontraron.

Ese error de Bush y Blair dejó secuelas catastróficas en esa zona de la geografía. Hoy en los Estados Unidos consideran que fue un error fatal eliminar a Sadam Hussein, debido a que era un dique a los sectores fundamentalistas, étnico religiosos en Oriente Medio. Ahora la consecuencia es que se desató un terrorismo sin control. Reconocen que Irak era un freno importante a esos fundamentalismos que Bush y Blair, en su miopía guerrerista ayudaron a crear. En esto que algunos llaman la Tercera Guerra mundial no declarada.

NOTÍCULA. Gustavo Dudamel, el Director de la Filarmónica de los Ángeles, de la Filarmónica de Gotemburgo y la Sinfónica Simón Bolívar de Caracas, está nuevamente en Bogotá. No sabemos por qué el Festival de Música Clásica de Cartagena no ha traído a ese formidable Maestro y a su Sinfónica Juvenil a Cartagena. En el Adolfo Mejía actuaron unas agrupaciones lamentables, como aquella que destrozó las “Cuatro Estaciones de Vivaldi”, hace unos años.

dmorond@gmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS