Columna


Canapote: un desfalco

ORLANDO JOSÉ OLIVEROS ACOSTA

23 de noviembre de 2016 12:00 AM

El próximo sábado, 26 de noviembre de 2016, el barrio Canapote conmemorará doce meses de inactividad en la construcción de su propio hospital. Me dicen los médicos que algún colega suyo traerá los globos, otro la torta y alguien más soplará la diminuta llama de una vela casera y pedirá, como deseo, algo que debería haber sido un derecho: la pronta terminación del Centro de Atención Permanente que les habían prometido.

Hace exactamente un año que no se ve un solo obrero en el país de escombros en el que se ha convertido el hospital. Para el 31 de diciembre de 2011, durante el gobierno de Judith Pinedo y tras una millonaria inversión, el CAP de Canapote tenía dos quirófanos, una sala de partos y treinta y dos habitaciones para hospitalización. Salvo la sala de partos, sólo faltaba que el DADIS emitiera una certificación para que estos nuevos espacios fueran habilitados. Pero cuando Dionisio Vélez ganó las elecciones atípicas para la alcaldía en el año 2013, la primera decisión que tomó fue detener dicha habilitación, con la promesa de que construiría un hospital de cuatro pisos. Así fue como en febrero de 2015 se demolieron la sala de partos, los dos quirófanos y las treinta y dos habitaciones del segundo piso: sin que nadie los hubiera usado por primera vez.

A este derroche le siguió el famoso préstamo de 250 mil millones que hizo el exalcalde, de los cuales 100 mil millones se destinaron al sector de la salud. Pero parece ser que a Canapote esa plata nunca llegó.

La negligencia ha sido tanta que el año pasado el Ministerio de Salud le asignó una dotación especial al CAP de Canapote para construir un área de rehabilitación, siempre y cuando se cumplieran ciertos requisitos mínimos. La empresa constructora (Coinses S.A.), por decisión de Dionisio Vélez, rediseñó el tercer piso para cumplir con estos requisitos, pero como jamás se concluyó la obra, el Ministerio de Salud reasignó la dotación para otro hospital del país.

Frente a este desfalco y a esta impericia de proporciones desmesuradas, surgen varios interrogantes: ¿Qué se hizo el dinero con el que serían concluidas las obras? ¿Por qué si era tanta plata no alcanzó para terminar el hospital de Canapote? ¿Cómo van los procesos disciplinarios y penales que la Procuraduría, la Contraloría y la Fiscalía han iniciado en contra de Dionisio Vélez y la empresa Coinses? ¿Por qué 18 de los 19 concejales facultaron a un alcalde atípico para realizar el préstamo más grande en la historia de la ciudad?

El cuestionario es extenso y está lleno de mordidas.

@orlandojoseoa

 

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