Columna


Chikungunya

ALCIDES ARRIETA MEZA

10 de octubre de 2014 12:02 AM

Enfermedad, que se desarrolla, donde el virus de la corrupción y la “podritiquería” ha creado unos más poderosos, la pobreza y la miseria, males desarrollados por una mal oliente dirigencia política local  y  nacional. 

El Chikungunya, que según la organización  mundial de la salud, “es una enfermedad  vírica transmitida al ser humano por mosquitos infectados, además de fiebre y fuertes dolores articulares, produce otros síntomas, tales como dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas, llegó a Colombia.

En Colombia, en el municipio de Mahates, departamento de Bolívar, territorio marginal, que es  solo recordado en épocas electorales y en donde según la revista semana, un político cartagenero, puso bien en alto la vara que será su campaña a la alcaldía de Cartagena,  según dicho medio, hubo comida, ron, para más de un millar de personas y en donde reconocidos personajes de la política cartagenera y bolivarense estuvieron de plácemes, hasta allá, llego el chikungunya.

Una fiesta gigantesca, en un municipio sitiado como Mahates por la pobreza de sus habitantes, abandonado a su suerte, por una clase política voraz e indolente, soportó un descomunal derroche de poder  y  riqueza. Ostentación  burlesca, que  ofende la razón. ¡Qué horror!

Ese precandidato a la alcaldía de Cartagena  y  sus ilustres acompañantes  no se percataron que a unos pocos kilómetros  el  virus de características epidémicas, había hecho su entrada a ese deprimido territorio. Pero el virus se preparaba para otra fiesta, donde el vino favorito era la sangre de nuestra población. Mahates, tierra del precandidato había sido, el sitio escogido.

Las  casualidades  no existen, decían nuestros abuelos. Los sectores pobres de Cartagena, donde reside la mayoría de la población, son los lugares seleccionados por estos virus. Cartagena y Bolívar, entonces no iban a ser la excepción, para la propagación del chikungunya. Tierras que por  sus  estructurales  condiciones de subdesarrollo  y  miseria, son fecundas y lugares predilectos para estas plagas.

El chicungunya  llegó, y aunque comenzó por donde debía comenzar, escogió  los sitios más pobres  y  los lugares estructuralmente  insalúbricos, cercanos a la cría de mosquitos.

Las victimas  de  estas  y otras enfermedades  serán siempre los más débiles, donde reside la  mayoría  de la población, situación  que se agrava  por el deficitario sistema de seguridad  social. La hora del  sálvese quien  pueda, pareciere que ha llegado. Pero no, las crisis, son el anuncio de  las soluciones y de seguro así será, porque  el  todopoderoso  habrá escuchado nuestros ruegos, antes del desastre total.

Adenda: Indignación, por  la condena de la  injusticia norteamericana, proferida en contra de  la doctora oncóloga, Ana María González, orgullo de Colombia y de la ciencia universal. La sociedad  y el gobierno colombiano, no solo deben  reaccionar frente a ese caso, sino también  por  la discriminación que  son objeto los colombianos en muchas partes del planeta.

Profesoralcidesarrieta@hotmail.com

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