Columna


Ciudad del agua y los canales

BERNARDO ROMERO PARRA

14 de junio de 2017 12:00 AM

“Cartagena, eres la hija del océano, tan consentida y adorada que tu padre para protegerte, te abrió las venas en caños y lagunas para que te alimentaras en simbiosis submarina”. Ese verso de la poesía Cartagena, reina de la Mar, de nuestra autoría, proyecta las imágenes de la geografía de Cartagena compuesta de pequeñas islas y penínsulas que se insertan al suelo continental, simulando en los mapas la radiografía de un artrópodo. Esta es nuestra ciudad nativa, que reclama la atención de sus hijos ante la inminente arremetida de los cambios climáticos, los cuales dejaron de ser simples vaticinios para convertirse en hechos cotidianos como las altas temperaturas que a diario percibimos de un sol inclemente ante la desidia humana al no cuidar la naturaleza.

Los humanos resistimos el calor, pero le tememos a las inundaciones, por eso en nuestra ciudad estamos en deuda de culminar ese proyecto visionario de canalización y dragado de caños y lagunas iniciado hace más de 32 años, teniendo avances importantes en las administraciones de los alcaldes Manuel Domingo Rojas y Gabriel García Romero, quienes realizaron obras que por la falta de continuidad en las políticas públicas hoy están deterioradas, como la recuperación del caño Juan De Angola, en el sector la Unión en Torices; y el puente Alfonso Romero Aguirre, que une a Crespo y Canapote.

Hoy cuando se habla de la  ejecución del plan maestro de drenaje de los canales de aguas pluviales, es una oportunidad para que se dé solución a una problemática que ha escondido la falta de planeación en las administraciones locales al improvisar acciones de limpieza de los canales con inexpertos, cuando existen antecedentes positivos en la contratación de empresas especializadas que por las calidades de su trabajo han evitado en años anteriores inundaciones en zonas como las aledañas a la ciénaga de la Virgen. Ahora, siendo necesaria la vinculación de la comunidad a este proceso, creemos que se debe incluir en los estudios previos para la contratación la obligación de vincular laboralmente a personal residente en el sector, además de que el Distrito y las organizaciones comunitarias deben promover la conformación de las veedurías ciudadanas para el control social de las obras a ejecutar y las campañas de formación ciudadana para que los vecinos adopten el compromiso de no arrojar las basuras a los cuerpos de agua. Para beneficio común la limpieza de canales debe dejar de ser en Cartagena un rebusque o un ‘parampampam’.

 

 

 

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