Columna


Coherencia y coaliciones

JUAN FRANCISCO CONRADO OVALLE

12 de octubre de 2017 12:00 AM

Un ambiente enrarecido e incierto es el que se percibe en el umbral de las próximas elecciones tanto para el Congreso como en las presidenciales, lo cual es alimentado notoriamente por la falta de confianza y credibilidad en las diferentes ramas del poder: ejecutivo, legislativo y judicial, que involucran a “connotadas figuras” de cada una de ellas; agravado por los escándalos de megacorrupción que salen a la luz pública. Como si fuera poco, hay unos partidos políticos partidos que poco o nada representan para el ciudadano del común y navegan en una crisis profunda de representatividad, dadas las prácticas clientelares y corruptas que se apoderaron de su forma de concebir la actividad política.

Los dirigentes de nuestros partidos en su gran mayoría están desconectados de la realidad nacional, unos por estar pendientes de su provecho personal o de determinado grupo de interés, y otros porque  poco les importan los grandes problemas de la población y así son mínimos los aportes a las soluciones requeridas.
Como muestra del desprestigio antes señalado, hay una veintena de candidatos que aspiran a la Presidencia de la República recogiendo firmas para inscribirse como representantes de grupos significativos de ciudadanos, cuando muchos pelecharon y se cobijaron en banderas partidistas, ocupando cargos por colectividades de las cuales ahora reniegan. El caso más protuberante lo vemos con el candidato presidencial Germán Vargas Lleras, quien como fundador y máxima cabeza de Cambio Radical, tuvo cuotas en el gobierno del presidente Santos, donde hay ministros y directores de institutos descentralizados de dicho partido. Vemos como una estrategia política el aparecer ahora recogiendo firmas y tomando aparente distancia del partido por él gestado, para no asumir en campaña la responsabilidad de responder por representantes de esa organización política destituidos y condenados a los cuales les otorgaron  avales en el pasado reciente, como los gobernadores de la Guajira, Francisco “Kiko” Gómez y Oneida Pinto, para solo mencionar los casos más emblemáticos en la región.

Una exigencia mínima que del elector a los candidatos a la Presidencia y al Congreso es la coherencia, la cual se manifiesta entre lo que piensan, dicen y hacen, observando con lupa sus antecedentes y muy detenidamente a qué intereses representan. Como se percibe, en las próximas elecciones presidenciales predominarán las alianzas y coaliciones, las cuales para generar credibilidad deben tener como fundamento unos principios y valores, amén de los programas, los cuales deben compartirse y respetarse por quienes participen de ellas y no por simple sumatoria de votos y apoyos para lograr mayorías.

**Ing. Industrial, Consultor Empresarial
*Rotaremos este espacio para mayor variedad de opiniones.

COLUMNA MÓVIL*
jconrado51@yahoo.com

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